La debilidad del tejido empresarial español, y más concretamente aragonés, se ha puesto de manifiesto durante la pandemia, cuando miles de negocios se han visto abocados al cierre y a la desaparición. Así lo cree Aurelio López de Hita, presidente de Cepyme Aragón, que recuerda que el 99% del tejido empresarial lo forman pequeñas y medianas empresas, cuyo peso en la riqueza y el empleo del país es de más del 70%, lo que exige que se les brinde el apoyo que necesitan para salir de la actual crisis económica.

Entre las medidas correctivas de las que habla el presidente está la de impulsar los procesos de fusión empresarial para redimensionar la capacidad de las pymes y la de promover la formación en cualquier etapa educativa, ya sea la profesional, la especializada, la continua o la universitaria: "La formación tiene que evolucionar y anticiparse a la demanda del sector empresarial", explica López de Hita, que asegura que son muchos los titulados universitarios que salen al mercado laboral sin tener la capacitación suficiente. "Falla la conexión entre el mundo universitario y el de la empresa", resume el presidente de Cepyme Aragón.

El más claro ejemplo de la importancia de la formación en el desarrollo empresarial es el derivado de la transformación digital. Para López de Hita "la tecnología evoluciona a una velocidad tremenda y es necesaria la colaboración estrecha y permante con la empresa.-Y añade- El mundo se ha digitalizado a marchas forzadas y ahora es evidente que el que no se adapte a las nuevas tecnologías está condenado a desaparecer en breve".

Expertos en el ámbito de la formación empresarial coinciden en apuntar que esta crisis ha puesto a prueba la economía de cada país y también las necesidades de la empresa, poniendo de relieve que la digitalización y la internacionalización son cruciales. "La pandemia nos ha obligado a la sociedad a dar un giro radical y a transitar los caminos mucho más deprisa", asegura Manuel Badal, director académico de CESTE Escuela Internacional de Negocios, quien añade que "los centros formativos en los que llevábamos tiempo apostando por las nuevas metodologías, la doble presencialidad y las tecnologías hemos tenido ventaja", explica.

Formados para la "vida real"

Los másteres de CESTE, que permiten obtener una titulación oficial del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), "ofrecen un amplio y concreto conocimiento de la vida real para ser lo más útil posible a nivel profesional, que es lo que las empresas buscan", afirma Badal, que aclara que las organizaciones "necesitan perfiles comprometidos, ágiles, que puedan adaptarse a los cambios, con idiomas... y esto es transversal a toda nuestra oferta".

El director académico de CESTE detalla que el Máster en Dirección de Empresas (MBA) cuenta con distintas especializaciones en los campos de logística, gestión sanitaria, agroalimentación, marketing digital o emprendimiento internacional, así como el Máster en Dirección Finaciera, que además de destacar por su nivel de certificaciones a nivel mundial, se combina con materias del Master en Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial, sin olvidar la formación que reciben los estudiantes del Máster en Redes y Ciberseguridad, un programa imprescindible para los responsables de tecnología de cualquier compañía.

No hay que olvidar que CESTE está especializada en la formación de la gestión, aplicada a los sectores claves de la economía: "Somos coherentes con nuestra razón de ser y formamos a los mejores gestores, combinando perfiles hibridos entre la gestión y la tecnología o la rama científica", concluye Manuel Badal.

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