Alternativas verdes al uso del coche privado

La movilidad urbana y metropolitana de la capital aragonesa requiere atender no solo a las necesidades prácticas, sino también a cuestiones como la seguridad y la transición climática. Ante esta realidad, en 2019 se puso en marcha la Revisión del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, cuyas medidas se irían instaurando durante los siguientes ocho años. Este plan pretendía actualizar y dar continuidad a los trabajos realizados hasta la fecha en materia de transporte público y privado enfocados mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y reducir el impacto ambiental.

Según sus principios generales, la movilidad ha de ser segura, saludable, intermodal, accesible y eficiente. A ellos se suman dos fundamentos transversales que deben estar presentes en todas las actuaciones planteadas: igualdad de género y medioambiente.

Disminuir el número de vehículos privados que circulan por la ciudad, reducir el número y gravedad de los accidentes, minimizar la contaminación atmosférica y acústica, desarrollar un planteamiento sistémico en todos los modos de transporte, mejorar la intermodalidad del sistema de transporte público, impulsar el uso de vehículos menos contaminantes, garantizar la accesibilidad universal al sistema de movilidad o desarrollar un transporte público eficiente son algunos de los objetivos particulares que contempla este plan.

Hacia el futuro

Una buena estrategia de transporte urbano colectivo es esencial. Establecer corredores de alta capacidad, estudiar la reordenación de la red de transporte público, un programa de implantación de carriles bus, incrementar la flota de autobuses eléctricos o híbridos y mejorar el servicio son algunos de los programas de actuación planteados.

La promoción de la movilidad eléctrica, ya sea pública o privada, es otro de los puntos clave. Para ello, se recogen ideas como la implantación de sistemas de recarga de vehículos eléctricos, un proyecto piloto de fotolineras o ayudas fiscales.

Para fomentar el uso de la bicicleta plantean ampliar y mejorar el mantenimiento de la red ciclista, así como aumentar el número de lugares donde poder aparcarlas de forma segura. Crear zonas de prioridad residencial, estudiar la posible restricción de la circulación de vehículos contaminantes y actuar ante episodios de alta contaminación se unen a los planes marcados para lograr que Zaragoza sea una ciudad más sostenible. 

La estrategia intermodal, por su parte, pasa por la instauración de aparcamientos disuasorios y un programa de mejora de la red de terminales urbanas y estaciones de intercambio, entre otros.