FRAUDE

Juzgan a dos falsos diplomáticos de Camerún acusados de estafar

El fiscal pide ocho años de prisión para los timadores, de los que fue víctima un empresario zaragozano que vendía placas solares.

El clásico timo de la estampita nunca pasará de moda, porque los 'profesionales' de la estafa no se cansan de actualizarlo. Al principio, se simulaban fajos de billetes con simples trozos de papel. Pero llegaron nuevos especialistas, cameruneses y nigerianos, sobre todo, y empezaron a teñirlos de negro. Ahora, los que se dedican al engaño son capaces, o eso dicen al 'primo' de turno, de multiplicar los billetes. Para ello, los tintan de negro y los lavan con productos químicos delante de sus narices haciéndole creer que han triplicado su dinero.

Dos de estos presuntos estafadores se sentaron ayer en el banquillo de los acusados para responder de un delito de estafa agravada, por el que el fiscal pide cuatro años de prisión para cada uno de ellos. En caso de ser condenados, Enmanuel Essorbo, alias 'Beltrán', y Anama Henry Dieudone, alias 'Denis', deberán indemnizar también con 212.000 euros a los herederos del empresario al que timaron, César Vicente B., ya fallecido. Junto a los dos acusados debería haber sido juzgado Didier B., alias 'Henry', pero se encuentra en paradero desconocido.

La acusación particular, ejercida por Susana Ferrer, eleva la pena a cinco años y medio de prisión, pues considera que concurren las agravantes de delito continuado y, en el caso de Enmanuel Essorbo, de reincidencia.

Por su parte, el abogado de este último, Javier Notivoli, solicitó su absolución porque considera que, con los tiempos que corren y habiendo salido tantas veces publicada en los medios de comunicación esta estafa, es muy difícil que alguien se crea que echando jabón en unas cartulinas negras puedan «aparecer» billetes de 500, 200 y 100 euros de curso legal. Alegó que probablemente la víctima pecó de ingenua y también de cierta avaricia, al intentar limpiar dinero negro, pues en su banco solo hay constancia de que sacara 17.000 euros.

Durante la vista oral se leyó la declaración del fallecido, en la que explicaba con toda claridad cómo había sido víctima de un engaño perfectamente urdido y, según la acusación, cometido por una banda organizada.

Los ahora acusados acudieron en marzo de 2007 al negocio que la víctima tenía en el Arrabal, dedicado a la venta de placas solares. Haciéndose pasar por diplomáticos de Camerún, le dijeron que el gobierno de su país estaba interesado en comprar placas por valor de cuatro millones de euros. Tras una primera conversación comercial, concertaron varias entrevistas más y le transmitieron su intención de hacer un encargo por valor de cuatro millones de euros. Al mismo tiempo, Enmanuel Essorbo le manifestó que el pago se haría con dinero en mano y que, dada la difícil situación de su país y para evitar un posible pillaje, debían traer los billetes camuflados, bien tintados o en blanco. Después, según le explicó, mediante un proceso reversible y aplicando unos productos químicos se volvía a convertir en dinero de curso legal. Eso sí, este proceso lo debían hacer mezclando los billetes con dinero que debía dejarles el vendedor con el fin de que «todos quedasen del mismo color».

Antes, no obstante, le hicieron una demostración con 600 euros en billetes y la propia víctima comprobó en el banco que eran legales. Una vez convencido, el empresario les entregó 200.000 euros, que juntaron con otros supuestos 400.000 aportados por los cameruneses. El acusado aparentó echar unos líquidos en la bolsa donde metieron todo el dinero (el bueno y las cartulinas) y le dijo que no la abriese en unas unas horas, pues no debía darle la luz solar.

Días después, lo citaron en Madrid y le pidieron 12.000 euros más para comprar líquidos y acabar con la transformación. Obviamente, cuando lo citaron y no acudieron abrió la bolsa y comprobó que eran 27 recortes de papel de diferente tamaño, con dibujos de los billetes impresos en tinta invisible y que los líquidos eran simples jabones. Tras denunciar los hechos, la Policía presenció una cita de la víctima con 'Denis' y fue detenido con un maletín en el que llevaba dos botellas forradas con gasa y escayola pintadas de color naranja y 290 euros en billetes. En Madrid arrestaron a Essorbo con otra maleta con recortes de papel.