El curioso pueblo pequeño de Zaragoza con 60 habitantes y casas colgantes
Situado en la Comarca de Calatayud, este municipio zaragozano es conocido como la 'pequeña Cuenca' por su caserío, que se encuentra colgado de la ladera que da al valle del río Isuela.
Muchos pueblos de Aragón esconden vestigios de la historia que nos descubren hazañas de lo más curiosas. Algunos destacan por elementos muy anecdóticos, otros por sus tesoros arquitectónicos, y otros por sus entornos naturales. Lo cierto es que todos son especiales a su manera, pero hay enclaves que llaman la atención más que otros por cosas como su emplazamiento, por ejemplo, o por sus escasos habitantes. Eso sí, más allá de ser atractivos para una escapada por lo pequeños que son y la tranquilidad que aportan, estos rinconcitos de Zaragoza, Huesca y Teruel tienen muchos más encantos que ofrecer.
Este municipio de la Comarca de Calatayud, en la provincia de Zaragoza, merece la pena visitarlo por muchas razones, pero quizás la más llamativa es su pintoresca ubicación.
Qué ver en Nigüella, un paraíso colgante en Zaragoza
Entre los ríos Aranda e Isuela, y a medio camino entre las bonitas localidades de Arándiga y Mesones de Isuela, aparece un pueblo que, dependiendo desde dónde lo mires parece que sus casas, estando tan bien integradas en el monte, quedan colgadas o en un hondo. Si lo vemos desde el río Isuela, su caserío está colgando, pero, si lo vemos desde la carretera, queda en un hondo.
Este recoleto pueblo no es otro que Nigüella, en la Comarca Comunidad de Calatayud. Sus casas se encuentran encaramadas a una loma sobre la vega del río Isuela, cuyo cauce fluvial discurre a los pies del casco urbano, y regalan una vista de lo más curiosa.
Su caserío, formado por calles estrechas, tiene un gran desnivel y se emplaza en forma de espiral. En él se levantan algunas casonas de corte renacentista y la moderna Iglesia Parroquial de la Visitación, de estilo mudéjar, con su campanario. Merece la pena subir a lo alto del suave cerro que domina el pueblo, ya que allí se encuentra la pequeña Ermita de San Vicente Ferrer, patrono de la localidad de Nigüella.
Para conocer el entorno de esta zona y disfrutar de la naturaleza de sus alrededores podemos bajar al merendero situado junto al río Isuela, desde donde se ven perfectamente las casas colgadas del pueblo.
Una vez pasamos por un azud, podemos disfrutar de la tranquilidad que aporta el río en esa zona, ya que baja muy tranquilo. Continuamos hasta llegar al antiguo lavadero, donde arranca un camino que tiene como destino final la bonita cascada del Salto de la Mina.
La cercanía del pueblo a Mesones de Isuela brinda la oportunidad perfecta de visitar su imponente castillo, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, con un tamaño señorial que te dejará sin palabras.
Dónde comer en Nigüella
Si quieres comer en este pueblo de Zaragoza puedes ir al Bar Nigüella, situado en la calle Mayor, 40, en cuyas raciones destacan los torreznos y las bolitas de pollo picantes.
Cómo llegar a Nigüella, en Zaragoza
Para llegar a Nigüella desde Zaragoza hay que tomar la A-2 en un trayecto de apenas una hora en coche. Por otro lado, para llegar desde Teruel hay que tomar la A-23 y se tarda una hora y 50 minutos en coche.
