El pueblo más Triste de Aragón celebra sus fiestas

Un pueblo muy bonito que empieza a desdecir el nombre con el que sale en el mapa desde que se pone un pie en él.

Vista de Triste, pueblo de Huesca
Vista de Triste, pueblo de Huesca
Esther Casas/Archivo Heraldo

Alguno de sus vecinos estará cansado de las bromas al respecto: otros se lo toman con humor e incluso dejan muy claro que no hay que juzgar un libro por su portada. Encuadrado en el municipio de Las Peñas de Riglos, que comparte con otras 10 localidades, hay un pueblo de Huesca cuya mención ya suele causar sonrisas cómplices. Un pueblo muy bonito de España que empieza a desdecir el nombre con el que sale en el mapa desde que se pone un pie en él.

El pueblo de Triste es bonito, en el paisaje que le rodea abundan el verde y el marrón, tiene hermosas casas prepirenaicas donde abundan las chimeneas troncocónicas y una de las láminas de agua más conocidas de la provincia a sus pies. No hay un solo asomo de tristeza en él, con la excepción quizá de que forma parte de la España vacía durante buena parte del año, con apenas una docena de personas en el censo. Sin embargo, como ocurre en todo el mundo rural, las personas con raíces en el pueblo regresan en verano a darle vidilla y, sobre todo, no se pierden las fiestas más señaladas.

En Triste se celebra la virgen del Carmen (15 de julio) y la Asunción de la Virgen (este martes 15 de agosto). En ambas ocasiones, el pueblo se llena de gente, alegría y mucha animación. 

Qué ver en Triste

Uno de los lugares de visita obligatoria es la parroquia de Santa María, románica (siglo XII). La torre y campanario está adosada a un ábside lombardo. También es parada de peregrinos, ya que está en la ruta del Camino de Santiago, dentro de la etapa La Peña Estación-Ena. El paisaje es precioso y las posibilidades senderistas se multiplican con el GR 95, antigua vía romana. Es famoso su barranco con sus aguas cristalinas. La localidad puede fardar perfectamente su artesanía textil y así se refleja en su Museo de los Telares, una visita imprescindible.

Para llegar al pueblo hay que cruzar el puente del Pantano de la Peña en dirección Jaca, doblando a la derecha. Siguiendo por este desvío se puede cruzar hasta Monrepós pasando por Anzánigo, Javierrelatre y Caldearenas.

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