La casa rural Chulilla, en el Maestrazgo, invita a los visitantes a ser pastores por un día

La propuesta, que se desarrolla en Villarroya de los Pinares, ha ganado un accésit en los premios a las mejores experiencias turísticas de Aragón 2022.

La casa rural Chulilla, en el Maestrazgo, invita a los visitantes a ser pastores por un día
La casa rural Chulilla, en el Maestrazgo, invita a los visitantes a ser pastores por un día
H. A.

Recoger huevos recién puestos o amamantar corderos en época de cría son dos experiencias que no todo el mundo tiene la oportunidad de vivir. De hecho, cada vez son menos personas las que tienen acceso a estas rutinas propias de los pueblos. Por eso, para que las tradiciones no se pierdan y para poner en valor las virtudes del medio rural, la casa Chulilla, en Villarroya de los Pinares, invita a los visitantes a ser pastores por un día. La propuesta, que ha ganado un accésit en los premios a las mejores experiencias turísticas de Aragón 2022, se desarrolla de la mano de dos pastoras, Teresa Villarroya y Visitación Bonet, que regentan la Masía de los Baños, en pleno Maestrazgo.

Situada a casi 1.500 metros de altitud y con una antigüedad de 134 años, la finca es el lugar perfecto para ponerse en la piel de los pastores de antaño, de los que ya quedan pocos. Tere y Visi son las anfitrionas e impulsoras de esta experiencia que acerca al mundo rural a los más urbanitas, y les acompaña durante un día en la rutina de trabajo de un pastor. “Queremos dar a conocer todo lo que significa ser pastora y todo el trabajo y dedicación que se necesita para cuidar de nuestra pasión, las ovejas”, explican. A diferencia de las granjas industrializadas, en esta masía se trabaja desde hace 60 años sin tecnología y con los animales en total libertad. Hay ovejas, corderos, cabras, pavos, gallinas, conejos, caballos, mulas o burros. Animales que muchos niños (y no tan niños) de hoy en día solo han visto en la tele. Así, quienes se atreven a vivir esta experiencia son partícipes de cómo se cuida a animales como los citados, e incluso intervienen activamente en algunas de las tareas.

La casa rural Chulilla, en el Maestrazgo, invita a los visitantes a ser pastores por un día
La casa rural Chulilla, en el Maestrazgo, invita a los visitantes a ser pastores por un día
H. A.

Lo que hoy es un producto turístico consolidado empezó hace menos de diez años, con la construcción de la primera casa Chulilla. Más recientemente, tras el confinamiento, se abrieron otros dos apartamentos y las dueñas empezaron a notar que los visitantes llegaban motivados por ver los animales. Así es como se pasó de invitar al huésped a asistir al parto de una oveja, si coincidía, a ofrecer una experiencia más completa.

La actividad se llama ‘¿Quieres ser pastor por un día?’ y tiene una duración de casi tres horas, tiempo durante el que se va a ver a las vacas, se llama a los caballos para que los asistentes los puedan acariciar o se conocer más de cerca a los animales más pequeños que están en los corrales. Pueden participar un máximo de diez personas por grupo, ya que es una experiencia de mucho contacto con los animales, que podrían alterarse y sufrir si se vieran rodeados de una multitud. Conforme Casa Chulilla y su original propuesta se han ido dando a conocer, Tere y Visi han tenido que desvincular la actividad del alojamiento. Al principio, solo se ofrecía a los huéspedes pero al ver que se demandaba estar con los animales incluso con todos los apartamentos completos, decidieron separar ambas propuestas. Por eso, de un tiempo a esta parte, quienes quieran vivir en primera persona un día así no tienen por qué pasar la noche en este lugar.

La casa rural Chulilla, en el Maestrazgo, invita a los visitantes a ser pastores por un día
La casa rural Chulilla, en el Maestrazgo, invita a los visitantes a ser pastores por un día
H. A.

La propuesta tiene un eminente componente didáctico, y lo primero que obtienen los visitantes es una pequeña charla con nociones básicas sobre la actividad ganadera. Los tipos de vacas que hay, que son rumiantes y tienen cuatro estómagos; cuáles son las diferencias entre un burro y un caballo; o cómo es la oveja ojinegra de Teruel, autóctona de la zona y acostumbrada a un clima muy frío son algunas de las cuestiones que se tratan. Después, según lo participativo que sea el grupo y lo animados que estén sus integrantes, se puede asistir a un parto o dar algún biberón.

Público internacional

Las visitas se realizan en la ganadería Teresa Villarroya, que explota una parcela de 108 hectáreas de terreno donde se trabaja en extensivo y con los animales en libertad, en una masía a 4,5 kilómetros de Villarroya de los Pinares. Allí conviven unas 450 ovejas, que cuando salen a pasear van guiadas por siete cabras y que son las únicas que recurren a los establos para dormir. También hay una decena de vacas, yeguas, burros y alrededor de 50 gallinas y gallos.

La mayor parte del público de esta experiencia en el Maestrazgo son personas que viven en ciudades y llegan, sobre todo, de Valencia. Pero en los últimos meses, Teresa y Visitación han notado cómo empiezan a llegar visitantes incluso de fuera de España. Y no solo de Europa, también han recibido a personas de Corea del Sur. Para sumarse a la lista de quienes ya han sido pastores por un día, basta con ponerse en contacto con la Casa Rural Chulilla (696 53 79 07 o pastorporundia@hotmail.com). Al otro lado estarán Tere y Visi, dos ganaderas que acercan su mundo al mundo urbano con cariño y siempre desde el respeto a los animales.

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