De ruta por las hoces del río Piedra desde Torralba de los Frailes
La comarca Campo de Daroca propone esta excursión como primera etapa de 2021 del programa senderista. En tiempos de covid, el pasaporte se sella online.
Con coronavirus o sin él, el programa senderista de la comarca Campo de Daroca sigue adelante, aunque adaptado a la nueva situación. Para mayor seguridad, se han dejado de organizar rutas en grandes grupos pero se van proponiendo alternativas cada mes para que quienes quieran las realicen por su cuenta. Desde la organización se facilitan las indicaciones de la caminata y el pasaporte que acredita que se ha completado la etapa se puede sellar a través de internet, compartiendo la experiencia en redes sociales.
El nuevo año arranca con esta misma tónica planteando una ruta por las hoces del río Piedra desde la localidad de Torralba de los Frailes. Es la primera etapa de este 2021 dentro del llamado Pasaporte 2.0 de la comarca de Campo de Daroca.
La propuesta, cuyo recorrido es circular y alcanza casi los 15 kilómetros, se considera de nivel medio, con una duración aproximada de dos horas y media sin paradas. En este tiempo, se podrán ver parte de las hoces del río Piedra tanto desde dentro, recorriendo el cañón, como en perspectiva, desde los miradores y sendas altas del segundo tramo de la ruta.
Como atractivo, esta propuesta permitirá al caminante atravesar el único bosque de arces de la zona, que tiñe el paisaje de rojo fuego en otoño y de blanco si es invierno de nieves. La dificultad de la ruta dependerá de la época del año y de las lluvias, ya que si bien es cierto que el cauce del río suele estar seco, según el mes, puede resultar complicado atravesarlo por el agua acumulada.
Punto de partida: el bar de Torralba de los Frailes
Si algo hay en todos los pueblos, por pequeños que sean, es un bar. Torralba de los Frailes no iba a ser menos y ése es el punto de partida escogido para emprender esta ruta hacia las hoces del río Piedra. Desde la explanada, donde se puede estacionar el vehículo sin problema, hay que atravesar la localidad en dirección a Castilla, como dicen los lugareños.
En concreto, consiste en tomar el camino que va hacia Embid de Guadalajara, siendo estos primeros kilómetros cruciales para coger la dirección correcta. Hasta aquí todavía llega la cobertura del móvil por lo que se puede echar mano del gps.
Una vez encaminados, la ruta pone rumbo hacia el río Piedra. Para ello, se pasará por varios cruces, el primero poco antes de haber recorrido dos kilómetros, donde habrá que continuar recto. Poco después, en la siguiente bifurcación, la ruta sigue por el camino de la derecha.
Hacia el río Piedra
Casi en el kilómetro cinco de la ruta, la caminata se adentra en el cañón, formado por la erosión del agua del río Piedra. En este tramo, la senda está señalizada y pronto se podrán ver los grandes cortados así como el amplio cauce, excavado de forma natural durante siglos.
Siguiendo la senda balizada, la ruta va cruzando a un lado y a otro del río mientras avanza durante tres kilómetros más. En este punto, el senderista se encontrará con uno de los tramos de mayor desnivel, la fuerte subida por el barranco de La Cueva. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa y, en seguida, el recorrido se allana y, desde lo alto, se puede contemplar la zona conocida como Los Castillos. Aquí se asienta un poblado celtíbero y también se encuentra una de las hoces, esas curvas sinuosas que forma el río secundado por cortados, más perfectas del entorno.
Siguiente parada: el mirador del Reconquillo
Tras recorrer algo más de un kilómetro, la excursión continúa hasta el mirador del Reconquillo. Durante el camino, se pueden ver carboneras, así como abrigos y cuevas naturales, hasta llegar a la parte más alta de la ruta. Desde allí, se pueden obtener las mejores vistas de una parte de las hoces, así como divisar otras sendas que recorrer en futuras ocasiones.
Es el kilómetro nueve de la ruta y aquí comienza el camino de vuelta. Sería tentador descansar en este punto pero todavía no se ha alcanzado la mitad del recorrido y, además, una zona recreativa aguarda menos de dos kilómetros más adelante. Se trata del paraje del Molino, casi en el kilómetro once. Allí, el caminante encontrará un área de descanso en un espacio también famoso como zona de escalada.
Tras esta primera bajada, la marcha continúa en leve subida por una senda de buen firme y sencilla. Sin bifurcaciones y sin pérdida, tres kilómetros después, la ruta finaliza en el punto de salida de Torralba de los Frailes. Que comience en el bar no es casualidad, así, a la vuelta, no hay escapatoria posible para tomarse algo y recuperarse de la andada.
Además, en este punto es donde el senderista encontrará durante todo el mes de enero la gran insignia que la organización ha colocado para hacerse la foto de rigor. Una vez tomada, se puede compartir en redes sociales y servirá para marcar como superada esta etapa del pasaporte senderista 2.0.
Otras rutas en la comarca
Con pasaporte senderista o sin él, la comarca de Campo de Daroca ofrece otras alternativas de rutas para recorrer la zona. Para el mes de diciembre, la propuesta llevó a los caminantes por el entorno natural de la localidad de Herrera de los Navarros. El recorrido es de unos 13 kilómetros, con una duración aproximada de dos horas por el valle del río Huerva.
Las Cuerlas, Romanos o Mainar son otros de los municipios de la comarca que han servido en los últimos meses como punto de partida para sendas excursiones.
Aunque adaptada a las circunstancias, ésta ha sido la octava edición, una muy especial, del programa de senderismo comarcal. En este tiempo, más de 3.500 personas han participado en la treintena de andadas propuestas que, tanto si se recorren en grupo como de forma individual, tienen por objetivo dar a conocer la riqueza natural de Campo de Daroca.
Toda la información sobre las rutas se puede encontrar en la página web de la comarca Campo de Daroca.
