MONEGROS DESERT FESTIVAL 2011

Casi 39.000 almas se despiden de Monegros

El festival de música electrónica ha conseguido esta edición su segundo mejor entrada de público que se remonta a 2007. Lo peor de la fiesta: la vuelta a casa.

Casi 39.000 almas se despiden de Monegros
Casi 39.000 almas se despiden de Monegros
M. T.

Carl Cox ha puesto el punto final 20 horas ininterrumpidas de música en el desierto oscense. Juan Arnau, el promotor del festival de Monegros, ha informado de que este año se han vendido casi 39.000 entradas. Esta edición es la segunda con más público en la historia del festival, registrada en 2007 cuando Cypress Hill fue cabeza de cartel.


Arnau ha dicho sobre David Guetta, cabeza de cartel de este año, que llenó el escenario menos de lo que la organización esperaba, pero que la gente, en general, se quedó contenta con el espectáculo del DJ francés. El promotor ha referido que Guetta renunció a su estilo habitual, tachado de comercial por la inmensa mayoría de festivaleros, y brindó una sesión «50% comercial y 50% underground».


El promotor del festival ha señalado que los deejays más potentes han sido Richie Hawtin, Boys Noize, Steve Aoki y, sobre todos ellos, Carl Cox, que ha echado el cierre al festival.


Cox ha sido, junto a Aoki, el que más público ha conseguido en el escenario Open Air, algo muy meritorio ya que la sesión del DJ británico ha transcurrido de 11.00 a 13.00 y los asistentes han obviado el cansancio y han disfrutado como si no hubiera mañana.

100 urgencias atendidas

Los servicios médicos del recinto han informado de que han tenido mucho trabajo durante todo el festival. «Llegó un momento en que tuvimos que cerrar la puerta y atender solo por la ventana porque la caseta estaba llena y la gente se colaba», ha dicho Javier, uno de los miembros del dispositivo médico que ha superado la veintena de personas.


Durante toda la noche han atendido a unos 100 pacientes, sobre todo por traumatismos, alcoholemias e ingesta de drogas. También han atendido a algunas personas con cuadros de insuficiencia respiratoria, debido a la polvareda que levantan las miles de personas bailando y saltando en el recinto.


Las bajas temperaturas que se han registrado durante la noche han incrementado el trabajo del personal sanitario, que se ha visto obligado a repartir algunas mantas térmicas entre los asistentes que habían acudido al desierto con modelitos demasiado veraniegos.


Muchos de los asistentes al festival han señalado al intenso frío como lo peor de la noche. «Hemos tenido que irnos tres horas al coche a las 5.00 porque era insoportable», han referido dos jóvenes catalanas que acudían por primera vez al festival

Caos a la salida

Lo peor del festival ha sido la vuelta a casa y no precisamente porque quede un año por delante para volver a vivir la experiencia Monegros, sino porque a la salida del recinto se han formado larguísimas colas de coches. En el aparcamiento norte han hecho falta alrededor de tres horas para recorrer un trayecto de apenas dos kilómetros hasta alcanzar la N-II.


Pasadas las 12.00 de la mañana ha sido mucha la gente que abandonaba el recinto aún con música sonando. Aunque muchos portaban bebidas energéticas cortesía de la organización, el cansancio se dejaba notar en las caras. A juzgar por el éxito de ventas de los productos de merchandaising –ya que el que más el que menos portaba sudadera, camiseta o gorra ‘marca Monegros’- muchos son fieles del festival del desierto y, a buen seguro, no faltarán a la cita del año próximo. Empieza la cuenta atrás.