Heraldo del Campo

Endrinas y trufa negra, una mezcla 'gourmet'

Layán, ubicada en Loarre, comercializa un pacharán, elaborado con endrinas propias y macerado en trufa negra, único en España.

Imagen de la bodega de la empresa Layán.
Imagen de la bodega de la empresa Layán.

Fue en una cata, de las muchas que organizan para dar a conocer su pacharán, cuando un vecino de su pueblo les comentó a Lola Royo y Carlos Ascaso que su producto podría maridar muy bien con la trufa. Y como a ellos no hay nada que se les resista, decidieron comenzar a probar para ver qué trufa era la mejor para conseguir el sabor más delicioso, qué especie era la más adecuada, cuánto tiempo debía permanecer el hongo en la barrica y qué cantidad había que introducir por litro.


El resultado no pudo ser mejor y este año, sus 250 endrinos, plantados en sus propios campos e injertados en ciruelos mirabolanos, han dado una producción de 350 kilos de frutos. Con ellos han podido hacer 800 litros de pacharán, de los cuales 350 son de pacharán trufado, con trufa negra de Sarrión (Tuber Melanosporum).


Su licor es un producto único en España, que ya ha conquistado el paladar de algunas de las tiendas de bebidas y productos ‘delicatessen’ más reconocidas de la zona de Biescas, Jaca, Loarre, en Huesca, y también Zaragoza y Madrid donde se comercializa a través de una tienda ‘online’.

«Nuestro proyecto arrancó en el vivero de Empresas Agroalimentarias de Adecuara en Biescas, hace dos años, aunque los endrinos ya los plantamos en el año 2010. Después de este arranque, en 2016 ya nos pudimos trasladar al lugar que nosotros habíamos soñado, un antiguo corral de la familia en Loarre, que hemos rehabilitado completamente y donde el próximo año esperamos hacer 1.200 litros de nuestro pacharán», apunta Lola Royo, socia de la empresa Layán, ubicada en Loarre.Larga maceración

Fue en julio de 2016 cuando obtuvieron la primera producción, ya que el proceso de elaboración del pacharán exige de mucho tiempo y una técnica muy cuidada. «Las endrinas se ponen a macerar, entre tres y seis meses, en barricas de roble francés para obtener un producto excelente. Después, se tiene que decantar entre quince días y un mes y es, a partir de ese momento, cuando ya se puede trufar y más tarde embotellar y comenzar su distribución», señala Royo, quien insiste en la necesidad de ir poco a poco en el proceso de comercialización, porque la producción «es todavía pequeña».


En el proceso de elaboración del pacharán trufado no solo han apostado por unos productos «excelentes», sino que también han sido muy cuidadosos con el diseño y el mensaje que quieren transmitir con su producto. «Queríamos que la botella representara de alguna manera al monte Layán, de la sierra de Loarre, que da origen a la marca y lo conseguimos, después de un largo camino, gracias a Carlos Mena, diseñador que ha dado forma a este boceto, cuya característica más original es que se trata de un diseño termocromático, en el que la etiqueta frontal es una copa que cambia de color a un rosa tenue, como si se llenase, cuando el pacharán está entre 6º y 9º, listo para consumirse», explica Lola Royo.


Más información en el Suplemento HERALDO DEL CAMPO

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