La noche en la Carpa del Ternasco tuvo este martes el clásico sabor aragonés de cada jornada pilarista, esta vez aderezado con el potente y atrevido estilo de Cachirulos XL y los ritmos sureños y etílicos de Los Drunken Cowboys.

Estos últimos fueron los encargados de abrir la velada. Aunque en principio no se les esperaba (13Krauss, que aparecían en la programación, anunciaron el domingo que cancelarían su actuación debido a las condiciones técnicas planteadas), los zaragozanos desplegaron su divertido repertorio y pusieron a bailar y botar a las primeras filas.

Su puesta en escena parece importada del último pueblo del condado más sureño de Texas. Pero vaya si funcionó. Con hasta siete personas sobre el escenario y el cantante sentado en una mecedora desde la que punteaba el banjo, la banda creó una verdadera atmósfera 'redneck' gracias al violín, la flauta y la harmónica, además de otros instrumentos más convencionales como la guitarra, el bajo y la batería.

Tras ellos llegó el turno de 'Cachirulos XL', que dieron rienda suelta a su "rock con pitos y flautas", cómo ellos mismos se definen. El grupo, que publicó el pasado año su primer trabajo de estudio, 'Esta noche mando yo', aunó repertorio propio con versiones de otras bandas conocidas de mayor trayectoria.

Su propuesta tampoco dejó indiferente al puñado de incondicionales que coreó sus principales temas.