El regreso del desfile de clausura del Festival Folklórico atrae a miles de espectadores

Precisamente, uno de los actos más esperados y que este año también se ha recuperado fue el desfile final para el que el Ayuntamiento de Jaca instaló 6.000 sillas a lo largo del recorrido. El buen tiempo acompañó y el público pudo disfrutar del folclore del conjunto Sabo (Uzbekistán), de las acrobacias del grupo Lazar Hrebeljanovic (Serbia), de los bailes de Timor Furak (Timor Oriental), de la energía de Soweto Thabisong Dance Company (Sudáfrica) o de la elegancia de Argentina.

España contó, como es habitual, con una amplia representación, sobre todo local. Allí estuvieron el Grupo Folclórico Alto Aragón, el Grupo de Jota Uruel y la Banda Municipal de Música Santa Orosia. La Asociación Cultural Folclórica Abul Beka de Ronda completaba la participación española.

Alrededor de 800 personas, entre miembros de los 17 grupos, acompañantes y azafatas, protagonizaron un desfile que aglutinó a miles de personas y que discurrió sin incidentes desde su inicio, en las inmediaciones de la pista de hielo hasta el final, en la Ciudadela, donde también se celebró la ceremonia de inauguración, una de las novedades de este año, y en la que participó el Joven Ballet del Pirineo.

El pasacalles lo abrió la Banda Municipal de Música Santa Orosia y finalizó con la banda alemana San Martin d’Eiks. Los grupos animaron las calles y el público que ovacionó a todas las formaciones, que desfilaron y realizaron numerosas paradas para mostrar su folclore en todos los rincones del centro de la ciudad.

El alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón Ipas, se mostró "muy contento con la edición de este año, con los grupos, la organización y la respuesta del público, que demostró las ganas de disfrutar en la ceremonia de inauguración, que por primera vez se celebró en un escenario emblemático como es la Ciudadela". "La esencia del festival es la multiculturalidad, el voluntariado y poder vivirlo en la calle. Tras un bache en 2013, hemos recuperado esa esencia", añadió.

Alrededor de 200 voluntarios colaboraron en las distintas comisiones para que todo funcionase correctamente. Ramón Ipas agradeció su trabajo recordando que "todos ellos, cada uno en su tarea, desempeñan una función fundamental para el buen desarrollo del festival".

Para Olvido Moratinos, concejal delegada del Festival, "ha sido un reto apasionante y el resultado final ha sido así. Hemos comprobado que la gente de Jaca quería recuperar su festival. Las calles han estado llenas de luz, color y danzas, y los grupos se están marchando con ganas de volver. No quiero olvidarme de los voluntarios, servicios técnicos, asociaciones y colectivos de la ciudad. El éxito es de todos".

El Festival Folklórico de los Pirineos 2015 se ha caracterizado por el interés en acercar el folclore a todas las edades. Por ello, lo más pequeños pudieron disfrutar de talleres y actividades en el vestíbulo de la pista de hielo, que por primera vez se ha convertido en uno de los escenarios del certamen, y varios grupos visitaron las residencias de ancianos de Jaca.

En cuanto a la ocupación, ha sido algo desigual. Algunos hoteles han llegado al 100% y la ocupación en otros ha rondado el 60%, ya que buena parte de los visitantes que acuden al Pirineo tiene segunda residencia.

La historia del festival también ha llegado al público este año a través de la exposición ‘Un recorrido por el Festival Folklórico’ en cuya inauguración se rindió un homenaje a dos de los fundadores del Festival de Jaca: Armando Abadía, entonces presidente del Centro de Iniciativa y Turismo de Jaca, entidad fundadora del Festival Folclórico, y el francés Louis Haure, impulsor en la ciudad francesa de Olorón.

El Festival ha dejado muy buen sabor de boca en Jaca y comarca y los 17 grupos que han participado, y que ya están de regreso a sus países, se marchan con ganas de volver. Así lo manifestaron varios grupos en otro de los actos importantes que se celebró en la jornada de ayer. Un acto en el paseo de la Constitución que contó con mucho público y en el que se realizó un intercambio de recuerdos o detalles entre el consistorio y todos los grupos para poner de manifiesto el espíritu de este festival, que no es otro que apostar por una fiesta de la convivencia.