Ibercaja presenta un plan estratégico para el trienio 2015-2017 ante 1.400 directivos

La entidad financiera se marca como objetivo incrementar su cuota de mercado 10 puntos básicos cada año.

Víctor Iglesias, consejero delegado de Ibercaja, interviene en la convención de directivos.
Víctor Iglesias, consejero delegado de Ibercaja, interviene en la convención de directivos.
Aránzazu Navarro

El presidente y el consejero delegado de Ibercaja Banco, Amado Franco y Víctor Iglesias respectivamente, presentaron ayer ante más de 1.400 directivos de la entidad un nuevo plan estratégico para el periodo 2015-2017, una especie de hoja de ruta para la nueva etapa post-crisis en la que el grupo aspira a superar el 10% de capital propio de máxima calidad, un 10% de rentabiliad financiera (ROE) y ganar 10 puntos básicos de cuota de mercado cada año.


"Siempre es importante saber a dónde vas, qué objetivos tienes y saber cuál es el momento actual después de siete años de crisis financiera, en el que han cambiado mucho las coordenadas". De esta manera explicó Amado Franco ante la prensa, minutos antes de la reunión con los directivos, las razones para el lanzamiento de un plan que no permitirá a Ibercaja estar entre los bancos más grandes, "pero sí ser uno de los mejores". El presidente de la entidad insistió en que además de conseguir que el banco sea sólido y solvente, persiste en el ideario del grupo el compromiso con el territorio, una característica importante en el modelo de cajas de ahorros.


En su primera comparecencia ante los medios de comunicación como consejero delegado, Víctor Iglesias explicó que el plan estratégico se sitúa en dos ámbitos, con retos muy claros, una de proyectos de transformación para sentar las bases del modelo de negocio de futuro de Ibercaja, muy centrado en la relación con los clientes, y otra de proyectos ejecutivos para el trienio, con el gran desafío que supondrá la salida a Bolsa, una operación que se desarrollará de modo más concreto durante la segunda parte del plan.


Sobre la irrupción de Ibercaja en el mercado bursátil, Amado Franco recordó que la ley obliga a que las fundaciones de cajas de ahorros que participan en bancos tengan menos de un 50% en las entidades financieras antes de que concluya el año 2018, de modo que teniendo en cuenta la situación actual del grupo –que va integrando cada vez más a las tres entidades de Caja3–, lo lógico es que la salida a Bolsa se materialice en 2017 o 2018. La Fundación Ibercaja es en la actualidad propietaria del 87,8% de Ibercaja Banco. El restante 12,2% está en manos de las fundaciones de Caja Inmaculada (CAI), Caja Badajoz y Caja Círculo de Burgos.


Víctor Iglesias puso de manifiesto, como el presidente, que el punto de partida para hacer frente al nuevo plan estratégico es muy postivo para Ibercaja, que–recordó– salió muy airosa en la última prueba de solvencia (test de estrés) del Banco Central Europeo. "Pero el entorno está cambiando", apuntó, tanto porque ahora hay un nuevo supervisor (el BCE) como por los cambios de hábitos de los clientes". En todo caso, recalcó en su comparecencia ante los directivos en el Auditorio, "seguirán siendo claves la solvencia, la rentabilidad recurrente minorista, el buen gobierno corporativo y ganar cuota de mercado en empresas y particulares".Reducción de costes


El consejero delegado de Ibercaja Banco indicó que el plan estratégico incluye también una reducción de costes en la que cuenta de modo importante la reestructuración de la red de oficinas, "siempre teniendo en cuenta la calidad del servicio a los clientes", así como la reducción de activos improductivos.


En la negociación que la entidad tiene en marcha hoy con los sindicatos sobre el último expediente de regulación de empleo (ERE) se incluyen salidas voluntarias de 246 empleados de 58 y 59 años y la supresión de hasta 80 oficinas, muchas de ellas por la cercanía de las de Ibercaja y la CAI. Preguntado si habrá más reducción de personal, Amado Franco respondió que habrá que ver cómo queda la red de distribución, pero admitió que "posiblemente esta no será la última".


Las marcas CAI, Caja Badajoz y Caja Círculo, apuntaron Franco e Iglesias, se mantendrán "mientras sean reconocidas y tengan valor". Otra cosa puede ocurrir con los edificios, por ejemplo el que tiene Caja Inmaculada como sede corporativa, en el Paseo de la Independencia, y otros más. El presidente de Ibercaja apuntó que hay que "ponerlos en valor", y aunque reconoció que se han recibido llamadas sobre posibles precios, dijo que "no los hemos puesto en venta".


Víctor Iglesias quiso insistir en que la integración de Caja3 "es positiva para Ibercaja Banco", que permite a la matriz la posibilidad de aplicar su modelo. "Por tanto", insistió, es una operación absolutamente de valor para nosotros". Amado Franco descartó, eso sí, que pueda haber a corto plazo algún movimiento de fusión o absorción en España y no consideró descabellado que a la larga sí haya alguna entre entidades de diferentes países europeos, un escenario que aseguró no temer.