El PSOE plantea bajar el tipo del IBI hasta un 22% para evitar que se dispare el recibo en 2016
El Ayuntamiento pedirá a Hacienda una prórroga de las bonificaciones, que expiran el próximo año, y una rebaja de los valores catastrales.
Si no se adoptan medidas correctoras, la subida podría alcanzar el 30%.
En primer lugar, el Ayuntamiento plantea una modificación de la Ley de Haciendas Locales, con el objetivo de extender el periodo de bonificaciones, al menos un año más. Pero el Consistorio quiere ir más allá y defiende la posibilidad de aplicar medidas que permitan aplicar tipos del IBI diferenciados, en función de tramos de valor catastral o incluso de zonas, a las que se quieran aplicar incentivos fiscales. Hay que tener en cuenta que en la actualidad el IBI establece un tipo único para todos los bienes urbanos.
Por otro lado, el PSOE defiende una actualización a la baja de los valores catastrales después de la revisión que se empezó a aplicar en 2013 y que supuso de media un incremento del 85%. Fuentes municipales explicaron que tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la caída de precios de la vivienda es posible que en muchos casos los valores catastrales superen el 50% de los de mercado, la referencia según la ley. Por eso, el Ayuntamiento propone ahora una actualización a la baja.
Como en estos momentos no es viable una nueva ponencia de valores, dado que no ha pasado el periodo mínimo de cinco años desde la anterior, el Ayuntamiento quiere que el Gobierno central, a través de la ley de presupuestos, aplique unos coefientes correctores. Para alcanzar este objetivo, Hacienda debería hacer un estudio comparativo entre los valores catastrales y los de mercado.
Tanto la modificación de la Ley de Haciendas Locales como una revisión a la baja de los valores no están en manos del Ayuntamiento, por lo que si no salieran adelante no habría más remedio que reducir el tipo impositivo para evitar la subida desbocada del recibo. El Ayuntamiento ya ha planteado distintos escenarios, con reducciones del tipo impositivo que oscilan entre el 15% y el 22%.
Para neutralizar la subida y mantener estable la recaudación habría que aplicar la reducción máxima, del 22%, por lo que el tipo impositivo pasaría del 0,6491 actual al 0,5063. Esta es la opción que quiere el PSOE, dado que el impacto en el recibo que paga el ciudadano sería muy limitado, con un incremento del 0,81% respecto a los ingresos del IBI de 2014 (151,8 millones de euros).
No obstante, el PSOE ha propuesto simulaciones con otros porcentajes de bajada (entre el 15% y el 20%). En estos casos, con el valor catrastral a su nivel real, sin el freno de las bonificaciones, la recaudación empezaría a subir. Con una reducción del tipo del 15%, los ingresos subirían en 14,9 millones de euros, un 9,8%. En el caso de aplicar una bajada del 17%, entrarían en las arcas 11 millones más (un 7,23% de incremento). Si se optara por disminuir el gravamen un 20%, habría 5,1 millones más de ingresos y una repercusión media del 3,36%.
Fuentes municipales asumen que la rebaja lineal del tipo generaría una distorsión en función de los valores, dado que PSOE,CHA e IU decidieron que los más bajos estuvieran más bonificados en 2013 que los más altos (los de menos de 70.000 euros no subieron). En 2014 y 2015 el impuesto quedó congelado para todos . Por eso, se daría el caso de que los inmuebles de más valor salieran más beneficiados de la rebaja.