"La reforma del Ingreso Aragonés de Inserción (IAI) se queda para la próxima legislatura". El PP tuvo ayer que rendirse a la evidencia, replegar velas y aceptar que su polémica ley, que había levantado en armas a los colectivos sociales y a la oposición en bloque, acabe en el cajón. Apenas quedan dos meses para las elecciones y los populares enmarcaron la marcha atrás de sus socios del PAR, que ayer adelantó este periódico, en una decisión meramente electoral. "En épocas electorales es complicado tomar decisiones", se limitó a señalar el portavoz del Gobierno, Roberto Bermúdez de Castro.

El también consejero de Presidencia no quiso echar más leña al fuego, pese a que el malestar es evidente, después de que los aragonesistas se negaran también a recortar consejeros comarcales y bloquearan la prometida ley de reparto de competencias. Negó que ambos desagravios hubieran tensado las relaciones entre los socios de gobierno y dijo que no había "ningún problema" entre ellos, dado que el aragonesista Arturo Aliaga "sigue siendo consejero".

El PP, tal y como admitió el portavoz del Gobierno, Roberto Bermúdez, no llegó ni a plantear en la junta de portavoces la inclusión de la ley en el próximo pleno para evitar escenificar las tensiones con sus socios. No obstante, los populares defendieron públicamente que la ley "no era economicista" y reiteraron que durante su tramitación parlamentaria se incorporaron "aportaciones de muchísima gente, como Cáritas o las organizaciones de inclusión".

Precisamente, la plataforma contra la reforma del IAI, integrada por Cáritas Diocesana, el Colegio de Trabajadores Sociales y otros profesionales, celebró ayer la paralización de la ley, aunque anunció que seguirá denunciando "las irregularidades y las demoras" en la gestión del salario social.

También la oposición en bloque se felicitó por la retirada del proyecto de ley, que estaba listo para su votación en pleno tras incluir enmiendas de la coalición. El socialista Javier Sada destacó "la debilidad" del Gobierno, por las discrepancias entre PP y PAR y auguró que "difícilmente se sostendrá" de aquí a las elecciones.

José Luis Soro, de CHA, manifestó su "alegría" por la "victoria" de los colectivos sociales contra una ley "impresentable" y tildó de "indecente" que no vaya a pleno "solo por rédito electoral". También habló de una batalla ganada Luis Ángel Romero (IU), quien consideró "una aberración" la ley, ya que dejaba sin ingresos a unas 4.000 familias. Fue el portavoz del PAR, Alfredo Boné, quien justificó la marcha atrás de su partido. Apeló al consenso y dijo que, a veces, "la mayoría, siendo legalmente suficiente, no es lo deseable".