GASTRONOMÍA

El mejor azafrán para la paella

José María Plumed reparte sendos platos de paella a Abdul y Amadu Ndiaye
El mejor azafrán para la paella
MAITE SANTONJA

Cualquier momento del año es bueno para degustar una sabrosa paella. Y si es a base de productos aragoneses y con el azafrán como condimento estrella, mejor. Así debieron de pensar las más de 300 personas que ayer acudieron a la Feria de Alimentos Artesanos de Aragón-Puerto Venecia y se arremolinaron para conseguir un plato de arroz cocinado con azafrán del Jiloca. Además de apreciar las virtudes de esta especia en la paella, también pudieron comprobar el excelente resultado si se emplea para fabricar queso y chocolate.

 

"Una de las características más importantes del azafrán es que se trata de un producto natural", aseguró José Ramón Plumed, que aunque no es cocinero preparó con maestría un total de seis paellas, para las que se usaron diez kilos de arroz, cuatro de carne y tres de tomate triturado. Junto a él, su amigo Mirzet Kapetanovic hizo las labores de pinche. José Ramón Plumed, que trabaja como gerente en la empresa familiar Azafranes Jiloca, de Monreal del Campo, explicó que esta especia rojiza permite usar la imaginación para cocinar todo tipo de platos creativos.

 

El azafrán requiere climas extremos y su floración, que se produce en otoño, dura solamente unos 20 días al año. Su exclusividad radica además en que un kilo de azafrán seco exige 200 horas de mano de obra para poder sacar los estigmas de la flor. La organización Slow Food, de ámbito mundial y que aboga por la comida lenta, realizó un estudio en el año 2004 en el que estableció el azafrán de Jiloca como uno de sus productos baluartes por su excelente calidad. "En Teruel estaba casi ya extinguido y comenzó de nuevo a cultivarse", expuso José María Plumed, propietario de Azafranes Jiloca. Los árabes ya conocían esta zona como 'El país del azafrán'.

 

La I Feria de Alimentos Artesanos, abierta hasta el 5 de enero, muestra productos de 22 expositores. Desde su inauguración, el pasado día 4, cientos de visitantes han podido conocer de cerca algunos de los alimentos tradicionales de la comunidad aragonesa. Como explicaron ayer Zeus Pueyo y Ana Belén Royo, trabajadores de la feria, los fines de semana se registra mucha más afluencia de público: "Pero hay mucha más gente hoy. Se nota que se está repartiendo comida".