Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Arranca una expedición para cartografiar la biodiversidad invisible de lagos pirenaicos

El objetivo es entender cómo las comunidades invisibles mantienen la salud de estos ecosistemas únicos y frágiles

Lagos pirenaicos
Lagos pirenaicos
Centro de Regulación Genómica

Un equipo científico formado por investigadores de España, Andorra y Francia ha iniciado este martes una expedición para cartografiar la biodiversidad de los microorganismos que viven bajo la superficie de 300 lagos distintos de los Pirineos.

Según ha informado este martes el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona, que participa en el proyecto, el objetivo es entender cómo las comunidades invisibles mantienen la salud de estos ecosistemas únicos y frágiles, ayudando a la región a adaptarse a los impactos a largo plazo del cambio climático.

Al CRG le acompañan expertos del Centro de Investigación en Aplicaciones Ecológicas y Forestales (Creaf) de Barcelona, Andorra Recerca + Innovació (ARI) y el Centre National de la Recherche Scientifique (SETE-CNRS) de Francia.

Los Pirineos son una región muy vulnerable al aumento de temperaturas y, al igual que otras zonas montañosas, están experimentando un calentamiento superior a la media mundial.

A medida que aumentan las temperaturas, la nieve y el hielo se funden, exponiendo superficies terrestres y acuáticas más oscuras que absorben mayor radiación solar, lo que provoca bucles de retroalimentación a nivel local que incrementan el calentamiento y la fundición de nieve.

Los lagos pirenaicos son especialmente sensibles a estos cambios medioambientales porque reciben una parte importante de su agua del deshielo de la nieve y de los glaciares, que están desapareciendo rápidamente en la región.

Asimismo, son reservorios naturales que almacenan y liberan paulatinamente agua para los ecosistemas río abajo, incluyendo la agricultura y el consumo humano.

En este contexto, una vasta comunidad de microorganismos que viven debajo de la superficie de estos lagos sustenta muchas especies de plantas y animales en toda la región.

Se trata de diminutas criaturas adaptadas al frío extremo y la alta exposición a los rayos UV que descomponen la materia orgánica y hacen que los recursos estén disponibles para redes alimentarias enteras y, además, eliminan los contaminantes y mantienen segura el agua potable procedente de las fuentes río abajo.

"Los microorganismos son las formas de vida más abundantes y extendidas en la Tierra. A pesar de su papel crucial, desconocemos mucho sobre la vida microscópica, y los ecosistemas acuáticos en lagos remotos de gran altitud han sido particularmente poco estudiados", ha detallado Hannah Benisty, investigadora del CRG.

De esta forma, el proyecto, iniciado este martes en Ordino (Andorra), pretende describir este mundo invisible con nuevas tecnologías de ADN para comprender cómo los cambios ambientales rápidos afectan a las comunidades microbianas.

El equipo científico contará con el apoyo de diferentes autoridades de parques nacionales y ciudadanos voluntarios para ayudarle con sus esfuerzos, con los que recogerán muestras de agua de más de 300 lagos pirenaicos remotos distintos este verano.

Para ello, utilizarán dispositivos portátiles innovadores que pueden secuenciar el ADN recogido de muestras y habrá un programa de capacitación para actores locales y regionales de la comunidad para que puedan utilizar las herramientas para monitorizar la diversidad de microorganismos a largo plazo.

"El esfuerzo conjunto ejemplifica el poder de la cooperación científica en la salvaguarda de nuestros ecosistemas acuáticos", ha concluido Vanesa Arroyo, gerente de Andorra Recerca + Innovació. 

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