Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Bancos salidos de una impresora 3D y césped artificial reciclable para la ciudad

Itainnova coordina un proyecto que quiere sustituir en la ciudad los plásticos derivados del petróleo por materiales más ecológicos, reciclables y de base biológica.

Detalle de sistema de césped artificial con relleno técnico de origen bio
Detalle de sistema de césped artificial con relleno técnico de origen bio
Mondo

En el año 2050, se estima que nada menos que 6.600 millones de personas podrían vivir en ciudades. "Esto es más de la mitad de la población mundial, por lo tanto, las ciudades y los espacios urbanos tienen que replantearse su impacto ambiental, creando nuevos espacios verdes que contribuyan a una ciudad sostenible y a la mejora de su entorno". Así reflexiona Gemma Ibarz Ric, responsable de proyectos de I+D en Itainnova.

Alineando con los Objetivos de Desarrollo Sostenible promovidos por la ONU, concretamente con el ODS número 11, que habla de sostenibilidad urbana, está en marcha el proyecto europeo Ambiance. "Una parte de este objetivo hace hincapié en la creación de espacios públicos verdes, algo que no puede lograrse sin transformar significativamente la forma en que gestionamos nuestros espacios urbanos", apunta. Por eso diez socios de seis países (Suiza, Grecia, Austria, Suecia, Italia y España), coordinados por Itainnova, se han propuesto desarrollar nuevos productos para aplicaciones en el entorno urbano y al aire libre a partir de materias primas biobasadas.

¿En qué consisten estos materiales? Los plásticos biobasados se producen parcial o totalmente a partir de materias primas renovables y naturales, principalmente de origen vegetal: almidón, caña de azúcar o celulosa. Algunos son biodegradables o otros no.

El proyecto se va a centrar en instalaciones deportivas, a cargo de la multinacional Mondo; mobiliario de exterior, del que se encargará la empresa española Setga; y de los ladrillos de construcción y paneles decorativos, la sueca Podcomp. En todos ellos se valorará la durabilidad, pues se trata de elementos ubicados a la intemperie y de uso deportivo y de ocio, teniendo en cuenta todo el ciclo de vida de los productos.

Al final del proyecto, financiado con 4,57 millones de euros por Horizon Europe, está previsto construir un demostrador en la ciudad de Pontevedra donde se pondrán a prueba los productos desarrollados. 

El césped artificial reciclable de Mondo tiene previsto incorporar termoplásticos biobasados y biomateriales de origen natural. Setga tiene por concretar el diseño de unos bancos con farolas o maceteros integrados fabricados mediante impresión 3D con materiales de origen biológico. Residuos agrícolas como paja de trigo y de gramíneas perennes conformarán los paneles decorativos de Podcomp. No obstante, aún se están considerando y probando diferentes materiales.

Banco fabricado mediante impresión 3D.
Banco fabricado mediante impresión 3D.
Ambiance

¿Qué les pedimos a estos materiales?

 "Como reto principal les pedimos una larga vida útil y durabilidad, ya que van a estar sujetos a la intemperie y fenómenos atmosféricos como lluvia, viento, heladas, etc.", señala Ibarz, coordinadora del proyecto Ambiance y miembro del equipo de Materiales y Componentes de Itainnova. "Sin olvidar que necesitamos que, al final de su ciclo de vida, puedan ser, en este orden: reutilizados o reparados, reciclados mecánica o químicamente y, finalmente, sometidos a procesos de biodegradación y/o compostaje".

Paralelamente, añade, "estamos desarrollando innovadores modelos digitales para mejorar los procesos de fabricación e introducir así la optimización de energía y de costes industriales".

Dos transiciones: verde y digital

Con la máxima de aunar las dos transiciones: verde y digital, todo esto se llevará a cabo "a través de una caracterización innovadora, tecnologías digitales y un enfoque circular", explica. Mediante la utilización de modelos de fabricación sostenibles y la optimización de los procesos de fabricación, el objetivo principal de Ambiance es reducir el impacto medioambiental y hacer de los productos sostenibles y reciclables una norma en las ciudades europeas.

Los tres procesos sujetos a la optimización de la fabricación mediante innovadoras tecnologías digitales son la extrusión, en el caso del césped artificial, la fabricación aditiva a gran escala, aplicada aquí al mobiliario urbano, y el moldeo por compresión que da forma a los paneles decorativos.

Itainnova está participando activamente en el desarrollo de gemelos digitales basados en física, datos e híbridos de los procesos y su despliegue para la monitorización y optimización de procesos. Además, "estamos liderando las tareas de selección y optimización de nuevos materiales biobasados en los tres casos de uso".

¿Es posible un césped artificial más ‘natural’?

El objetivo del proyecto Ambiance es sustituir por biomateriales las materias plásticas de origen fósil que se están utilizando en la actualidad en aplicaciones urbanas y, en el caso de la empresa Mondo Tufting, el objetivo es "conseguir productos circulares desde su diseño: utilizar polímeros biobasados para la producción de hilo y rellenos", señala María Ángeles Cavero, responsable de Recursos Humanos y Sostenibilidad. Y hacerlo además "optimizando parámetros de proceso como la composición de los productos, mejorando velocidades de proceso o temperaturas de las distintas fases, hasta igualar o superar, respecto a los productos actuales, la estabilidad del espesor del hilo, las propiedades mecánicas del hilo y los rellenos, su reciclabilidad y su biodegradabilidad".

Ante el reglamento aprobado por la Comisión Europea para acabar con la invasión de microplásticos en el medio ambiente, esta multinacional italiana con planta en Borja precisa que "no todos los productos de césped artificial de Mondo están diseñados para su uso con rellenos que puedan considerarse microplásticos: nuestras moquetas para pádel, tenis, hockey o césped decorativo no precisan de este tipo de rellenos". Sus departamentos de I+D+i trabajan desde hace tiempo en soluciones alternativas que cumplen con este Reglamento Europeo. "Nuestras nuevas propuestas van en la línea  de utilizar rellenos de origen natural basados en fibra de coco, huesos de aceituna o corcho; fabricar hilo y rellenos a partir de biopolímeros procedentes de caña de azúcar o bionafta; desarrollar rellenos biodegradables o sistemas de césped artificial de nueva generación que no requieren rellenos técnicos", indica Cavero. En estos momentos, "ya tenemos en el mercado un sistema para fútbol que, gracias a la combinación de distintas configuraciones de fibra, no requiere rellenos".

En el año 2011 desarrollaron el primer Análisis de Ciclo de Vida del césped artificial, a partir del cual han desarrollado distintos proyectos. Entre los frutos: "La moqueta Unite, totalmente reciclable al final de su vida útil; la fibra Hidrocésped, que mantiene baja su temperatura durante más tiempo tras el riego, reduciendo el consumo de agua, y nuestro producto Supercourt, que transformó el mercado del pádel al utilizar hilo texturizado disminuyendo la cantidad de arena de relleno necesaria y evitando su dispersión".

Ante la entrada en vigor del nuevo Reglamento, recuerdan que "supone que, a partir de octubre de 2031 no podrán comercializarse rellenos granulares que puedan ser considerados microplásticos". Precisan que, hasta esa fecha, las instalaciones que en la actualidad cuentan con este tipo de rellenos pueden seguir utilizándose con total normalidad y no es necesario realizar ninguna acción específica. "Obviamente, habrá una transición gradual a soluciones alternativas –asegura Cavero–, pero hasta la fecha de la prohibición está permitido seguir comercializando y renovando campos con granulado de caucho (aunque sean considerados microplásticos)".

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