Los intentos de suicidio con pastillas se disparan un 30% en solo un año

Una de cada tres ingestiones voluntarias y potencialmente letales de fármacos tuvo como protagonista a un adolescente.

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España vive, sobre todo tras la crisis pandémica, una epidemia de comportamientos y acciones suicidas, especialmente entre los más jóvenes. El Instituto Nacional de Estadística confirmó en junio las reiteradas alertas lanzadas desde hace más de un año por médicos de urgencias, psicólogos, pediatras y ONG, los colectivos que detectaron la avalancha en su día a día. Las muertes por suicidio en 2022, concluyó el INE, están en máximos históricos y el mayor ritmo de crecimiento se da, con mucha diferencia, entre los menores.

Ahora el Instituto Nacional de Toxicología ha completado, también con datos oficiales de 2022, la radiografía del grave problema social y de salud. Certifica algo que ya los expertos avanzaban y temían desde hace tiempo. Que en España cada año hay más muertos por autolisis, pero que todavía es mayor el aumento de quienes dan el paso de intentar quitarse la vida aunque al final no lo consigan. La memoria de actividades del Servicio de Información Toxicológica, el teléfono especializado en dar soluciones urgentes a casos de intoxicación por sustancias, lo deja muy claro. Las llamadas atendidas para impedir intentos de suicidio por ingestión de fármacos crecieron un 29% en solo doce meses.

La entidad científica trató de solucionar con sus consejos y directrices 6.997 situaciones de alto riesgo en las que bien el afectado, los servicios de emergencias, los familiares o terceras personas les comunicaban que alguien estaba grave tras ingerir fármacos u otras sustancias tóxicas de forma voluntaria. Se trata de 2.029 casos más que en los doce meses anteriores.

Pero más preocupante incluso que constatar que los intentos de suicidio se han disparado en España es saber que quienes más dan este paso son los más jóvenes. Una de cada tres llamadas a Información Toxicológica para evitar un suicidio en curso tenía como protagonista a un niño o a un adolescente. El 19,7% de las peticiones de ayuda pretendían acabar con la ingestión de sustancias por chavales de 11 a 15 años y el 13,3% afectaba a adolescentes de 16 a 19 años.

Antidepresivos

Si la edad es elemento determinante en los intentos de suicidio también lo es el sexo. El 66% de quienes tragaron voluntariamente una cantidad excesiva de pastillas fueron mujeres. El dato casa con una tendencia de años, por la que las mujeres son la gran mayoría de quienes intentan quitarse la vida, pero son hombres las dos terceras partes de los que finalmente lo logran. De hecho, el 75% de los muertos por autolisis en 2022 fueron hombres.

No hay un único tipo de tóxico con el que los españoles tratan de quitarse la vida, pero sí que hay uno mayoritario. El 86,4% de los que lo intentan, casi nueve de cada diez, utilizan fármacos, sobre todo de los que atacan al sistema nervioso. Los medicamentos más consumidos, según las consultas recibidas, fueron los ansiolíticos, especialmente los derivados de las benzodiacepinas, con un 34,8% del total, seguidos por los antidepresivos, tanto de forma aislada como combinada, en un 32,5% de los casos, y los antiepilépticos, en el 20,6% de las intoxicaciones.

Récord de muertes

La tendencia dibujada por los intentos de suicidio con tóxicos coincide por completo con el dramático escenario de las muertes por autolisis. El año pasado en España se volvió a superar el mayor dato histórico, con 4.097 fallecidos, un 2,3% más que un año antes, que ya había sido de récord, y un 15,8% más que en 2018, solo cuatro años antes.

El grupo en que más crecieron los decesos fue entre los jóvenes, con un aumento anual del 5,5%, el doble del ritmo general. El tercer rasgo del problema, según confirman los datos toxicológicos, es que el drama se concentra especialmente en los niños y adolescentes. En 2022 se pasó de 53 muertes por autolisis de chicos de 15 a 19 años a 72. Estos 19 fallecidos más suponen un aumento del 36% de los decesos de adolescentes en doce meses, una traslación casi mimética del crecimiento de los casos de quienes lo intentaron sin lograrlo en el mismo periodo de tiempo.

La memoria del Instituto de Toxicología, además de alertar del crecimiento alarmante de los intentos de suicidio, calcula que las intoxicaciones voluntarias son ya el 13% de todas las conocidas. El año pasado dieron directrices para solucionar 62.651 intoxicaciones de todo tipo y exposiciones a sustancias tóxicas de españoles, accidentales o voluntarias, ocho de cada diez por vía oral. Más de la mitad, el 54%, fue por una ingestión excesiva de medicamentos, seguida por la toma de productos de limpieza y del hogar (27%), los cosméticos (6%), los productos industriales (3,6%) y la contaminación por biocidas (3,2%).

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