Polémica en las redes por un tomate de Barbastro ¿con origen catalán?

En las últimas horas se ha viralizado una fotografía, compartida entre otros por el diputado Mario Garcés, en la que aparece el tomate rosa de Barbastro en un supermercado con la etiqueta de ‘origen catalán’.

Polémica en las redes por un tomate de Barbastro ¿con origen catalán?
Polémica en las redes por un tomate de Barbastro ¿con origen catalán?

El tomate de Barbastro ha ido ganando un gran prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras en los últimos años, gracias a sus cualidades y a las acertadas campañas de márquetin y al ímpetu de los hortelanos del Somontano. Un producto que, en las últimas horas, se ha convertido, con motivo de una fotografía que ha corrido como la pólvora por las redes, en el origen de una gran polémica, hasta el punto que la capital del Vero se ha convertido este jueves en 'trending topic'.

Nos referimos a una imagen en la que aparece el tomate rosa de Barbastro en un supermercado con la etiqueta de ‘origen catalán’, a raíz de la cual Twitter se ha llenado de comentarios  que critica este nuevo caso de apropiación de algo ajeno, en este caso, aragonés. Entre los que se han hecho eco, el diputado Mario Garcés, que ha compartido la fotografía en su perfil junto al texto: "Primero fue Colón. Después Da Vinci y Cervantes. Fueron luego a por Santa Teresa. Ahora, el tomate de Barbastro (Huesca) también dicen que es catalán. “De la nostra terra” a la “cosa nostra”. Territorio de la Corona de Aragón". 

No obstante, también son muchos los que explican que, como aparece en la fotografía, se trata de la variedad del tomate de Barbastro pero cultivado en Cataluña, de ahí lo de "de la nostra terra".

Esta polémica se une a otras generadas en los últimos años, vinculadas al nacionalismo catalán, entre ellas manipulaciones históricas como la de los libros de texto catalanes que situaban en Cataluña territorios aragoneses, la apropiación del expresidente de la Generalitat, Quim Torra de Miguel Servet como "catalán de la Franja" o la inexistente "confederación catalano-aragonesa" que se coló en un folleto turístico, si bien una de las más recordadas, y que indignó profundamente a la sociedad aragonesa, fue la aparición de la cruz del Aneto pintada de amarillo.

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