El 'superalimento' con más prebióticos que el kéfir se cultiva en España y lo recomiendan los médicos
Se trata de un alimento ideal para eliminar toxinas que, aunque proviene de América, sirvió para alimentar a generaciones de europeos hace varios siglos y se cultiva en nuestro país.
Cada vez son más los estudios que evidencian los beneficios de los prebióticos, pero, para saber las diferencias entre probióticos y prebióticos y poder incorporarlos a nuestra dieta mediterránea en España, hay que tener en cuenta la diferencia que hace la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los probióticos son microorganismos vivos beneficiosos para la salud y los prebióticos son ingredientes fermentados que dan lugar a cambios beneficiosos en la flora gastrointestinal.
Y, uno de los alimentos con más prebióticos es la alcachofa de Jerusalén (Helianthus tuberosu), que ni es una alcachofa ni proviene de esa ciudad. Se trata de un tubérculo que proviene de México, pero llegó a Europa en el siglo XVII y se popularizó mucho, como la patata. Se parece a un jengibre arrugado que sirvió para alimentar a generaciones de europeos hace varios siglos.
Lo mejor es que en España se cultiva, por lo que lo tenemos muy a mano para incluirlo en nuestra dieta, pero, en algunos lugares es considerada una planta invasora y se evita su plantación. Lo que no ha evitado, por cierto, que en determinados municipios, agricultores locales se dediquen a ello, sobre todo en el Valle del Guadalhorce en Málaga. En su aspecto destaca una corteza amarillenta o violácea, con un interior blanco. Y, lo más curioso es que en el sabor recuerda a la alcachofa y, a algunas personas, a la trufa.
Valores nutricionales de 100 gramos de alcachofa de Jerusalén
- 73 calorías.
- 9,6 gramos azúcares.
- 2 gramos de proteína.
- 17,6 gramos de carbohidratos.
- 1,6 gramos de fibra.
- 429 miligramos de potasio.
- 78 miligramos de fósforo.
- 17 miligramos de magnesio.
- 14 miligramos de calcio.
- 4 miligramos de sodio.
- 3,4 miligramos de hierro.
- Vitamina C.
Beneficios de la alcachofa de Jerusalén
Este tubérculo se considera muy adecuado para personas con diabetes por su alto contenido en inulina (el nombre con el que se designa a una familia de glúcidos complejos). No se descompone en el cuerpo y, por lo tanto, no eleva los niveles de azúcar en la sangre, siendo una opción popular para personas con diabetes o que buscan alternativas a los carbohidratos tradicionales.
Lo mejor es que esta inulina no absorbida en el intestino actúa como prebiótico, estimulando el crecimiento de bacterias beneficiosas en el colon y convirtiéndose en probióticos, como las bifidobacterias.
La alcachofa de Jerusalén también tiene potenciales beneficios relacionados con la salud cardíaca, gracias a su inulina y a la fibra soluble. Y es que, tiene capacidad para disminuir los niveles de triglicéridos y colesterol en el organismo.
