Cazadores de polen

En Zaragoza existen dos estaciones areobiológicas encargadas de medir los granos de polen que causan las patologías alérgicas.

Cazadores de polen en Zaragoza
Cazadores de polen en Zaragoza

Gramínea, olivo, salsola, ciprés y plátano son las causantes del 90% de los problemas de alergia de Aragón. Así lo constatan los datos recopilados por la única Estación Aerobiológica de la comunidad autónoma, y una de las 34 que hay en España dentro de la denominada Red de Colectores de Pólenes de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.


La de Zaragoza fue una de las primeras estaciones que se montaron, junto con la de Madrid, Toledo, Jaén y Sevilla, y desde 1992 es la encargada de analizar las partículas que flotan en el cielo zaragozano desde la terraza de la Policlínica de la Cruz Roja situada en la plaza de los Sitios.


"Llevamos a cabo el recuento de las partículas microscópicas de polen que diariamente sobrevuelan nuestras cabezas y que, de otra manera, no podíamos conocer", asegura el doctor Pola, que lleva a cargo de esta estación desde su creación y que destaca la importancia de estas mediciones a la hora de prevenir periodos más intensos de patologías alérgicas.


Dos años después, en 1994, llegaría a la capital aragonesa la segunda Estación Aerobiológica, en este caso, la perteneciente al Colegio de Farmacéuticos de la Red Española de Aerobiología formada por mas de 60 colectores en toda España. El aparato se encuentra ubicado en la azotea del Hospital Ramón y Cajal. "Aunque realizamos las lecturas de polen durante todo el año, es durante el periodo de más concentración -de marzo a julio- cuando publicamos los datos de manera diaria", explica una de sus supervisoras, la farmacéutica Daría Bermejo.


España se divide en tres zonas atendiendo a las emisiones de polen que se producen. En concreto están la zona seca continental -en la que se encuentra Aragón, junto con Madrid, Guadalajara, Cuenca o Sevilla-, la mediterránea -correspondiente con la zona Levante- y la verde del norte -País Vasco, Asturias y Galicia, por ejemplo-. Cada una de estas zonas presenta las mismas concentraciones de polen, que, como afirma el doctor Pola, "se mantienen estables desde hace 20 años, ya que, para que cambie la flora de una zona se necesitan miles de años". Aunque hay dos excepciones: tanto los recuentos de plátano de sombra como los de ciprés han crecido, al darse un aumento de su presencia en las calles.


¿Cómo se caza el polen?

La lectura de polen se realiza durante los 365 días del año en ambas estaciones durante las 24 horas. Su mecanismo, formado por un sistema de bandas, permite que la transferencia de datos sea semanal, por lo que solo hacen falta dos personas para ocuparse de cada una. "El mecanismo consiste en un tambor que contiene una superficie de captación en la que gira una cinta adhesiva de doble cara sobre la que impactan las partículas de aire".


A partir de la lectura de la cantidad de granos de cada tipo de polen con la ayuda de un microscopio, se determina cuándo una planta puede comenzar a ser problemática para quienes sufren de alergia. Estos umbrales de reactivación, son, por ejemplo, de 30 granos de polen por metro cúbico de aire en el caso de las gramíneas, 200 granos de olivo, 15 de salsola, 100 de ciprés y 200 de plátano. Por encima de estas cifras comenzarían las patologías alérgicas.