Donde quisimos vivir
Pareciera que el enunciado ‘Donde quisimos vivir’ fuera, para algunos de nosotros, una secuencia de palabras mágicas que nos causa emoción si la oímos o pronunciamos, si la escribimos o leemos. Es el efecto prodigioso que, en su momento y aun ahora, escuchar la canción así llamada del grupo Ixo Rai! nos produce.
Es el sentimiento que, más recientemente, experimentamos al ver el documental, con igual título y recién estrenado, que han dirigido Lucía Castillón y Ana Valle, y ha producido Jorge Rodríguez.
Desde luego, no es extraño que las palabras mencionadas resulten emotivas en una tierra de despoblación y éxodo rural tan intensos como la aragonesa. Pero más sorprendente, y reconfortante a la vez, es que dichos temas interesen a unos jóvenes creadores, como los mencionados, hasta el punto de desarrollar un proyecto independiente para dar a conocer la realidad de las gentes que abandonaron su hogar por la construcción o proyección de un embalse, y para animar a volver la mirada a ese mundo rural que desea un futuro más justo y esperanzador del pasado que tuvo. A Lucía, a Ana y a Jorge, hay que agradecerles, además, que hayan construido este documental, que enlaza los lugares de Finestres, Clamosa, Mediano y Javierre de Ara, despoblados o desaparecidos en los años 60 del siglo pasado a causa de los pantanos de Canelles, El Grado, Mediano y Jánovas, desde las personas, desde las vivencias, desde los sentimientos, desde el amor por esta tierra donde quisimos y queremos vivir.