Sara Fernández: "En las caceroladas ha habido también incitación política"

La concejal de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza se defiende de las críticas y asegura que no ha habido recortes presupuestarios

Sara Fernández, consejera de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, en su despacho del Torreón Fortea.
Sara Fernández, consejera de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, en su despacho del Torreón Fortea.
Francisco Jiménez

Sara Fernández (Jaca, 1971), licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Zaragoza, es concejal de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza desde 2019.

En los últimos días ha habido caceroladas contra los "ataques" del Ayuntamiento a la "cultura de cercanía". ¿Le duelen? 
No, defiendo la libertad de expresión y entiendo que haya zaragozanos a los que no les guste nuestra gestión. Pero también tengo muy claro que, aunque en esas caceroladas participa una parte del sector cultural, también hay en ellas mucha incitación política. Esas caceroladas, en parte, obedecen a unas siglas. 

¿Lo dice por Fernando Rivarés?
Lo digo por Zaragoza en Común, Podemos, Chunta Aragonesista y PSOE. Nos critican ahora los que gobernaban antes, y lo hacen porque creían que íbamos a entrar como un elefante en una cacharrería y han visto que no ha sido así.

Pero quizá usted tendría que haber buscado mayor consenso para eliminar programas o subvenciones.
El consenso a veces implica unir opiniones que son muy diferentes. En Zaragoza se ha hecho un uso político de muchos equipamientos culturales y estamos absolutamente en contra de ello. Ahí no puede haber consenso. 

El cambio del modelo de gestión de Harinera ZGZ ha sido muy criticado. 
Habría que hacer algo de historia. En un primer momento el Partido Socialista quería hacer allí pisos, pero su idea no salió adelante porque se movilizaron los vecinos. Al final, en Zaragoza Cultural se aprobó un programa de usos que establecía una primera etapa de cogestión, en la que el Ayuntamiento asumía los costes y otra entidad se haría cargo del uso y la programación; y que luego se pasaría a una gestión autónoma... que nunca llegó. En el propio impreso que se rellenaba para formar parte del Colectivo Llámalo H se hablaba de que la cogestión era transitoria, un paso intermedio hacia una gestión autónoma. Poco antes de las elecciones de 2019, el concejal de Cultura Fernando Rivarés, en plena campaña y con total oscurantismo, firmó un convenio por cuatro años con Llámalo H, que he respetado, obviamente. Pedimos a La Harinera que contabilizara por separado ingresos y gastos y en 2023 lo hizo por primera vez. El resultado fueron unos ingresos de 225 euros y una estimación de costes de 590.000. En esta última cifra incluimos los 100.000 que aportamos para la programación, pero también gastos corrientes, suministros, personal...

"En Zaragoza se ha hecho uso político de muchos equipamientos culturales y estamos absolutamente en contra de eso"

Si se busca la rentabilidad económica, ningún programa cultural se mantendría en pie.
No buscamos rentabilidad pero tenemos la obligación de gestionar el dinero público de manera eficaz. En la Harinera queremos mantener el modelo de cultura accesible: habrá residencias, habrá programación. No va a haber ni un solo recorte, pero queremos abrirla a todo el mundo, que haya más entidades culturales que puedan programar allí. Una cultura accesible, participativa e innovadora.

Ha pronunciado la palabra clave, recorte. Etopia, Harinera, el Eifolk, el Festival de Flamenco... ¿Cuál será el próximo golpe?
No ha habido golpes sino un modelo cultural basado en abrir puertas y programar para todo el mundo. Desde los partidos de la izquierda se está difundiendo esa imagen de recortes que no se corresponde con la realidad. Porque en el Ayuntamiento de Zaragoza nunca ha habido tanto dinero como ahora para cultura. Cuando llegué a la concejalía en 2019 el presupuesto era de 15 millones y en él se incluía una partida de 800.000 euros para el Real Zaragoza. Ahora es de 20 millones, y sin esa partida. El dato mata al relato. Desaparece la subvención para el Eifolk, y entiendo que haya a quien le duela, pero esa financiación pasa a otros programas. En ‘Hola, primavera’, por ejemplo, que es nuevo, se han organizado 67 actividades en todos los distritos, y todas a cargo de compañías y empresas zaragozanas. Nuestro modelo de cultura no es el mismo que el de otros partidos. El PSOE eliminó Cinefrancia o el Ballet de Zaragoza; Zaragoza en Común le quitó las ayudas a ‘La mirada tabú’ o a la Feria del Libro Viejo y Antiguo. En el caso del Eifolk, el primero que le quitó la subvención fue el PSOE desde la Diputación Provincial. Que le digan a Sánchez Quero que apoye el proyecto.

Sara Fernández defiende su gestión al frente de la cultura municipal zaragozana.
Sara Fernández defiende su gestión al frente de la cultura municipal zaragozana.
Francisco Jiménez

Hace unos días, la actriz Cristina de Inza reclamaba más espacio en los teatros municipales para las compañías aragonesas.
Lo tienen. Hay quien critica que la programación del Principal es muy comercial, pero no veo nada malo en que los zaragozanos puedan disfrutar aquí de las obras que triunfan en Madrid o en otras ciudades. Cuando llegué a la concejalía, en el presupuesto solo había una línea para las compañías teatrales aragonesas: 350.000 euros. Y en 2023 han ingresado más de 790.000. Entiendo que la programación no le guste a todo el mundo, pero la realidad es favorable a lo que estamos haciendo.

Hace ahora un año se anunciaba un WiZink Center para Zaragoza. Pero no se sabe nada de él. ¿Fue el típico anuncio preelectoral?
Estamos trabajando en él. Que no haya anuncios oficiales no significa que no se trabaje en el proyecto. Pero tenemos que ser sinceros y coherentes y trabajar con rigor.

Dejando al margen el Vive Latino, desde hace años se reclaman grandes conciertos internacionales. Pero no llegan. ¿Por qué?
También estamos trabajando en eso. El Vive Latino nos ha puesto en el mapa, tanto para el público como para los promotores, y esos conciertos llegarán. Pero, ya lo hemos dicho, para los espectáculos de grandes dimensiones necesitamos una Romareda renovada. Y tengo que recordar que Bunbury es también una gran figura, y da en Zaragoza uno de sus dos conciertos en Europa.

¿Hay muchos festivales de cine? ¿Desaparecerá alguno?
Nunca he dicho eso. Todos tienen su espacio. Nuestro compromiso con el cine es absoluto, y buena prueba de ello es la Zaragoza Film Office, que, con una ‘ventanilla única’ en internet, conecta hasta 11 servicios municipales y ofrece además los servicios de 73 profesionales y 160 localizaciones. Por eso hemos pasado de los 30 rodajes en 2019 a los 133 del año pasado. Y en lo que llevamos de 2024 ya ha habido más de 60.

¿Cuál va a ser el ‘bombazo’ de las Fiestas del Pilar?
No hay bombazo... por ahora. Estamos trabajando, y este año el calendario nos lo ha puesto muy difícil, porque las fiestas acabarán el día 13, casi con la Ofrenda de Frutos.

Pero, ¿va a haber novedades, o el modelo convence?
Muchos cambios no va a haber. El modelo, que pasa por la descentralización, está consolidado.

Ha llegado abril y el Museo de Origami no ha cerrado.
Ya dijimos que no cerraría. Lo del cierre era un bulo de la oposición. El museo tenía un convenio mal concebido y lo que hemos hecho ha sido poner orden. Ya tiene la subvención de los 100.000 euros de este año y el contrato anterior está vigente hasta octubre. 

"Desde los partidos de izquierda se está difundiendo una imagen de recortes que no se corresponde con la realidad. En el Ayuntamiento de Zaragoza nunca ha habido tanto dinero para cultura como ahora"

Las Fiestas Goyescas están a punto de llegar. ¿Sigue siendo Goya un eje de su programación? ¿Le dedicará la Lonja?
Vamos a seguir difundiendo que Zaragoza es la ciudad de Goya. Y seguimos estudiando la viabilidad de ampliar la superficie expositiva de la Lonja. Tenemos dos proyectos, uno para reformar la planta baja de tal manera que se puedan ver las paredes originales, y otro para construir dos torres paralelas y que se pueda utilizar la segunda planta, como ya ha quedado demostrado que históricamente se ha hecho. ¿Será viable uno de ellos? ¿Los dos? Pues no lo sé, pero me siento en la obligación de intentarlo.

Habla de un espacio expositivo, no de un centro dedicado a Goya. ¿Ha descartado consagrar la Lonja al pintor aragonés?
No lo sé, porque el contenido depende mucho del continente. Tenemos hasta el bicentenario (2028) para ver qué espacio dedicamos a Goya. Hay que trabajar bien esa efeméride.

¿El Ayuntamiento está en la comisión que va a presentar próximamente el Gobierno de Aragón para conmemorar a Goya?
Por primera vez en mucho tiempo las dos principales instituciones zaragozanas, Ayuntamiento y Gobierno de Aragón, están en sintonía. Llevamos mucho tiempo en que, por cuestiones partidistas, no se ha podido hacer cultura en común, y eso ha cambiado radicalmente. Hay comunicación continua y fluida, y el bicentenario lo va a demostrar.

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