Una buena noticia. Ya era hora. Ahora ya somos candidatura por España, pero aún falta camino por recorrer.

¿Es muy dura la Unesco?Lo es. El expediente en el que se ha trabajado durante los últimos meses tienen que estudiarlo allí. Pensemos que el expediente del flamenco lo rechazaron en tres ocasiones antes de la declaración. O que se rechazó el que presentó Brasil con sus carnavales porque en la Unesco no veían qué tenía que ver el carnaval de Río con el de Bahía. Cuando se presentó la candidatura de las tamboradas se devolvió porque se juzgó que era muy amplia y había que acotarla. La Unesco es estricta en sus planteamientos. 

Desde la Academia se creía más en una candidatura de la jota aragonesa en solitario, más que junto a la jota de otras comunidades.Desde el primer momento hemos defendido esa posibilidad, porque, la verdad, no vemos qué tiene que ver la jota montañesa de Cantabria, o la castellana, con la aragonesa. La idiosincrasia de la jota aragonesa es única, y su implantación y calado en la sociedad en la que ha nacido, también. Carnavales especiales o en peligro de desaparecer hay muchísimos en España, sin embargo nuestro país no apuesta por una candidatura conjunta, se piensa en conseguir la declaración solo para el de Cádiz, así que candidaturas en solitario las hay. Pero donde manda patrón no manda marinero, se nos ha impuesto que sea así. En cualquier caso, la jota aragonesa es tan grande que puede amparar a las demás. El ejemplo aragonés es suficientemente importante para eso. 

La Academia ha trabajado por ello.Llevamos ya casi siete años batallando por esto que ha llegado ahora, que nos da la razón en la validez del trabajo que hemos realizado. ¿Dónde estaría este proyecto si no lo hubiéramos trabajado? No lo sé, lo que está claro es que hemos agitado el árbol, que la jota vuelve a ser cultura y al mismo nivel que otras manifestaciones culturales muy prestigiosas. Tenemos que dar las gracias a todos los que han participado en este proyecto y hay que continuar. Todavía queda mucho por hacer, no cantemos victoria.

A su juicio, ¿cuál es el próximo paso que se debería hacer desde la candidatura?Traer la Unesco a Aragón para que conozca la realidad de la jota: las actuaciones, las escuelas, los concursos... en las ciudades y en las localidades pequeñas. Esto es lo que hizo José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, con la candidatura 'Paisaje de la Luz', que engloba el Paseo del Prado y el Buen Retiro. La candidatura se había atascado e invitó a la Unesco a verla con sus propios ojos. Logró la declaración en 2021. Hay que invitar a la Unesco a visitar Aragón, y si no lo hacen la candidatura y el ministerio, lo hará la Academia.

¿Y cuál es la realidad de la jota en Aragón?Nosotros decimos que en la jota están involucrados actualmente cerca de 80.000 aragoneses y que se ofrecen 4.000 actuaciones al año. Pero en realidad ya no estamos seguros de esos datos. Corresponden al último censo que elaboramos, que es de 2018. Sabemos que la pandemia hizo que muchos aragoneses, sobre todo los de mayor edad, abandonaran la jota; y sabemos que después de ella ha habido un efecto de acercamiento por parte de las nuevas generaciones. Pero no tenemos cuantificados ambos fenómenos. Vamos a hacer ahora un nuevo censo que nos ofrezca una visión más certera de la realidad. 

¿Tiene posibilidades la candidatura?De una forma u otra, sí, sin duda. Pero no pensemos que va a salir adelante a la primera y sin dificultades. Puede que no sea así, y hay que estar preparados para ello. 

No se suele comentar que la declaración por parte de la Unesco conlleva una serie de obligaciones.Sí que vienen aparejadas. En los últimos tiempos se está promoviendo la candidatura del Paisaje del Olivar de Andalucía. Pues bien, los productores de aceituna ya han preguntado qué exigencias conllevaría si saliera adelante. La declaración por parte de la Unesco es algo más serio de lo que mucha gente se piensa. Es difícil de conseguir y, una vez lograda, te la pueden quitar. 

¿Ha habido buena relación entre la Academia y la coordinación de la candidatura?La relación con Julio César Valle ha sido buenísima desde el primer momento. Ha sido fluida y él ha incluido en el expediente todo el trabajo que se ha realizado por parte de la Academia y Carolina Ibor en estos siete años. Y la mejor prueba de esto que digo es que cuando se presentó el expediente lo leímos con detalle y no encontramos nada mejorable.  No presentamos ni una sola alegación. El expediente es equilibrado, coherente, está bien hecho. Pero, insisto, ahora hay que ver qué dice la Unesco. 

¿Qué valoración hace del momento en el que se encuentra la candidatura y de su gran aceptación en el sector?Hemos puesto una pica en Flandes, sin duda, porque prácticamente todo el sector de la jota aragonesa ha colaborado unido en este proyecto. El que ha querido estar en esto, ha estado; y el que no, no. Pero el 99% del sector ha apoyado la iniciativa. Este es el momento de agradecérselo a todos. Si se consigue, será un éxito del colectivo, sin duda.

¿Qué pasos tiene previsto dar la Academia en los próximos meses?Seguiremos colaborando y trabajando en la candidatura, aunque al margen de eso vamos a incidir en el tema de reglar la enseñanza de la jota a partir de tres disciplinas, canto aragonés de raíz, baile aragonés de raíz e instrumentos autóctonos aragoneses y tres grados diferentes. El anteproyecto de ley está ya redactado por parte de la DGA, ahora hace falta seguir los trámites para que llegue a buen puerto. En este asunto vamos de la mano del Gobierno de Aragón.