Blog - Los desastres de la guerra

por Gervasio Sánchez

HISTORIA Y CÓMIC

"El Esquinazau vivió las revoluciones y las guerras de su tiempo y fue fiel a sí mismo"

El artista y diseñador Antonio Isla trabaja en una novela gráfica sobre la gran figura de la Bolsa de Bielsa y combatiente de la I Guerra Mundial

Antonio Beltrán 'El Esquinazau' participó en la Revolución Mexicana, asunto al que alude esta viñeta.
Antonio Beltrán 'El Esquinazau' participó en la Revolución Mexicana, asunto al que alude esta viñeta.
Antón Castro.

ZARAGOZA. Antonio Isla es diseñador gráfico de Monzón y ganador del premio al cartel de las fiestas del Pilar. Se define como “francotirador del diseño gráfico, ilustrador y escritor del Facebook” lleva ya un largo tiempo con un ambicioso proyecto. Prepara la vida de Antonio Beltrán Casaña ‘El Esquinazau’ (Canfranc, Huesca, 1897-Ciudad de México, 1960) en una novela gráfica, entre otras cosas porque “una carambola de recuerdos familiares me relacionan, vía materna con este militar republicano”, dice.

O sea que este personaje casi de leyenda está emparentado con usted...

El Esquinazau, era como mi tío Mariano, de Los Saltamontes de la 43, un personaje que estaba en casa, pero solo como leyenda. Los podían nombrar mi madre o su hermano, mi tío Andrés, pero nunca sacabas en claro si eran buenos, malos, o regulares. Las cosas que se contaban en casa hablaban de voladuras de tuberías, de la bofetada que le pegó la Teodora, esposa del Esquinazau, a mi abuelo, a la sazón Guardia Civil en Canfranc. De como desde Francia el Partido Comunista mandada a críos a morir en el maquis. De como, esos dos fantasmas de la familia murieron en México y no en el frente pegando tiros “ya que eran tan valientes”, se oía. La memoria de mi tío era portentosa y sus historias, las de mi madre y mi imaginación han hilado un cómic con la vida realmente extraordinaria de un hombre que vivió todas las guerras y revoluciones de su tiempo siendo siempre fiel a sí mismo.

¿En qué estado está su cómic?

Tardaré años en terminar este proyecto, por que dibujo despacio y solo regular. No sé. Me divierte tanto como diseñar y contar historias a la vez. Dejemos que el tiempo decida como acabará esto y si tan magna obra, merece la atención de alguna editorial.

Concretemos un poco más. ¿Qué le ha atraído de este personaje…?

Soy de una familia numerosa en la que todo se debatía y todo se hablaba. La familia de mi madre, y especialmente ella, sufrió la Guerra Civil en primera persona; primero en Canfranc donde mi abuelo Juan Climente Beltrán servía en la Guardia Civil y posteriormente en el pueblo de Alastuey a los pies de San Juan de la Peña. Durante la guerra en Canfranc se conocía de sobras al vecino que era comandante rojo y su familia convivía con el resto de la gente del pueblo. Posteriormente, en su exilio, ya era un demonio que mandaba a la gente a morir a España con el maquis, como le he dicho. Mi tío Andrés, hermano de mi madre fue Guardia Civil en la posguerra y también tuvo sus cosas con el maquis. Conforme todos se fueron haciendo mayores, fueron relativizándolo todo y sus historias, ya no eran juicios de valor. Las historias de mi familia al respecto, se suavizaron y se convirtieron en una especie de cirugía de limpieza donde se quitaba el dolor y se imponía la tolerancia.

"Durante la guerra en Canfranc se conocía de sobras al vecino que era comandante rojo y su familia convivía con el resto de la gente del pueblo. Posteriormente, en su exilio, ya era un demonio que mandaba a la gente a morir a España con el maquis"

¿Qué significó para él y otros la llamada ‘Bolsa de Bielsa’?

Antonio Beltrán ‘El Esquinazau’ actuó como un auténtico militar y estratega de Bielsa en la 43 División. La guerra no le venía de nuevas. Estuvo con Pancho Villa en la revolución mexicana y, de hecho, participó en la primera y única invasión que han sufrido los norteamericanos, atacando la ciudad de Columbus. Participó como soldado norteamericano en la Primera Guerra Mundial luchando en el Somme, y siendo condecorado.

El diseñador e ilustrador Antonio Isla ante su cómic de Antonio Beltrán.
El diseñador e ilustrador Antonio Isla ante su cómic de Antonio Beltrán.
Archivo Antonio Isla.

Qué impresionante. Vayamos con Bielsa.

En Bielsa era comandante de una división republicana heterogénea pero muy motivada. Retirar a toda la división con su armamento y a la población civil de forma ordenada y sin pérdidas fue sin duda un acto tan complejo como arriesgado y heroico, que tuvo y ha tenido una gran repercusión. Pero pienso, que en su trayectoria vital como revolucionario y hombre de acción, ha habido muchos hitos tan importantes o más que esta retirada.

¿A cuáles se refiere?

El mismo general norteamericano John Pershing, que lo persiguió en México como miembro destacado de la revolución, lo condecoró en Francia en la batalla del Somme. Fue condenado a muerte por el levantamiento revolucionario de Jaca y, a diferencia de Fermín Galán, él se salvó de ser fusilado por la victoria en las elecciones, a los pocos días, del Frente Popular. Este humilde pastor se formó como militar en la Academia Frunce para oficiales de la Unión Soviética de Stalin. Gracias a que iba siempre armado, salió ileso de varios intentos de ejecución ordenados por la entonces cúpula del PC en el exilio. Ya ve que tuvo una vida intensísima y muy comprometida con unos ideales férreos, en la que el episodio de la Bolsa de Bielsa fue el que tuvo más repercusión histórica.

¿Qué sabe de su vida en el exilio?

El libro de Antonio Gascón del año 2002, ‘Beltrán, El Esquinazau’ (Pirineum) da una información exhaustiva sobre este periodo. Hay que decir que el Partido Comunista se encargó de extender sobre todos sus disidentes una capa de ostracismo, destruyendo incluso toda la documentación interna al respecto. Antonio Gascón investiga de una manera rigurosa y pone a cada uno en su sitio. Antonio Beltrán luchó hasta el final por mantener sus ideales y su periplo vital, después de la guerra, rueda por la Unión Soviética, Francia y media Sudamérica. Su final, como el de tantos españoles de la época, fue un exilio tristísimo en el México que lo vio nacer como revolucionario.

Una página del tebeo de Antonio Isla, vinculado a través de su familia con el 'comandante rojo'.
Una página del tebeo de Antonio Isla, vinculado a través de su familia con el 'comandante rojo'.
Antonio Isla.

¿Cómo se le ha impuesto este relato?

El apellido de mi abuelo era Beltrán (bastante común en esos valles del Pirineo) y tirar de ese hilo me sirvió para azuzar a mi tío Andrés, el Guardia Civil, y a mi madre para que me contaran anécdotas al respecto, cuando yo era crio. Reuniones de labor de punto de cruz y HERALDO DE ARAGÓN abierto, donde ambos se aclaraban si “el bofetón que le dio la Teodora de El Esquinazau a padre” era o no justificado. Un día en una Feria del Libro Aragonés en Monzón, acompañado de mi tío Andrés, aproveché para regalarle el libro de Antonio Gascón. Él se lo llevó a Figueras donde estaba retirado y al cabo de unos meses, recibí por correo un libro muy sobado y viejo titulado ‘La defensa de Huesca’. Fue la mejor aportación que se le ocurrió para este tema.

¿Por qué lo dice?

Quiso mostrarme que el supuesto sin sentido del heroísmo bélico se vivió en ambos lados. Si acabo este cómic sobre Antonio Beltrán Casaña 'El Esquinazau', advierto que el apellido de mi abuela era Cajal de Biescas, a pocos kilómetros de Larrés, de donde era originaria la familia del que nosotros llamamos ‘El tito Santiago Ramón’. Todo es ponerse.

Retrato de un militar que combatió en la Revolución Mexicana, en la I Guerra Mundial, en la Guerra Civil, etc.
Retrato de un militar que combatió en la Revolución Mexicana, en la I Guerra Mundial, en la Guerra Civil, etc.
Archivo Heraldo.
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