A Choven Compañía quita velos al suicidio juvenil en su segunda producción escénica

'Vuelvo al lugar de donde vine', montaje en el que conviven el teatro y la danza, se estrena la próxima semana en las Esquinas, en Zaragoza.

A Choven Compañía presenta una reflexión directa, emotiva y sin tapujos sobre el suicidio juvenil
Guillermo Mestre

A Choven Compañía, el grupo nacido de Teatro del Temple para facilitar la profesionalización de nuevos intérpretes y creadores de artes escénicas en Zaragoza, se afianza con el estreno de una segunda producción la próxima semana. Será los días 18, 19 y 20 en el Teatro de las Esquinas, donde se ha ideado y ensayado esta obra y en cuya aula de danza se ha presentado esta mañana. Bajo el título de 'Vuelvo al lugar de donde vine', se atreve con uno de los grandes tabúes: el suicidio juvenil.

Es un tema doloroso, de los más delicados, pero de creciente actualidad, porque los casos aumentan y porque en los últimos tiempos se van retirando algunos de los velos que los ocultaban, y que entronca también con una cada vez mayor sensibilidad pública hacia la salud mental. Y que está entre las preocupaciones de la generación de los once jóvenes que lo van a representar y de quienes han escrito el texto, la mayoría salidos recientemente de la Escuela Municipal de Teatro.

Para poner en marcha la obra se ha desarrollado un taller en meses pasados en el que han contado con la implicación del dramaturgo Alfonso Plou, de Carlos Martín en la puesta en escena y de Ana Continente en las coreografías. Porque la danza es parte sustancial de 'Vuelvo al lugar de donde vine', un espectáculo que -defienden- tiene vocación sanadora y de abrir la reflexión colectiva.

"Está habiendo más experiencias en esta línea de abordar el suicidio juvenil desde el teatro; en Madrid hubo dos la temporada pasada. A nosotros nos gusta trabajar desde lo personal, porque al final todos hemos tenido algún contacto con el tema, para luego elaborarlo escénicamente y compartirlo con el público", ha dicho Alfonso Plou. "Surfeamos una ola de alto potencial emocional -ha apuntado Carlos Martín-. Pero es un canto a la vida lo que hacemos, aunque transitemos por territorios duros".

Ana Continente ha destacado la "hermandad" entre la danza y el teatro que se da en este montaje y lo "enriquecedor", "para nosotros y para el tejido cultural de la ciudad", de la existencia de A Choven Compañía. Esta lleva dos años de actividad y debutó en 2022 con ‘La Casa de Dios de Julio Basanta’, obra escrita por Lucía Grafal e inspirada por el conjunto de arte bruto que existe en Épila. 

La veterana compañía Teatro del Temple impulsó el grupo tanto para abrir vías de trabajo y experimentación escénica en Zaragoza como para dar oportunidades y afianzar el sector en la ciudad y, asimismo, para buscar nuevos públicos. La Asociación de Empresas de Artes Escénicas de Aragón le concedió el pasado marzo uno de sus premios anuales: el de artes escénicas y pedagogía. Otro tema social candente como es el acoso escolar puede ser motivo de su próxima producción.

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