Christie's subasta por casi 20.000 euros dos tablas de la Aljafería con mil años de antigüedad
Las tablas corresponderían a la época de los Banu Had y tienen cada una un tamaño de 17.3 x 49.2 cm
La casa de subastas Christie’s es, junto a Sotheby’s, la punta de lanza mundial en su sector. Con salones en nueve enclaves del planeta (Londres, Nueva York, Dubai, Hong Kong, Amsterdam, Milán, Ginebra, París y Shanghai) mantiene además actividad galerista en Estados Unidos y Alemania. Hace apenas unos días, el 26 de octubre, se subastó en la sede londinense una muestra de arte aragonés: dos paneles de madera pertenecientes a un mismo friso, con decoración epigráfica y relacionados con el palacio de la Aljafería de Zaragoza.
El precio de venta de ambas (era un solo lote, el número 47) alcanzó las 16.380 libras (18.811 euros al cambio actual), una cantidad que se hallaba exactamente en la estimación ofrecida por la firma. Hubo 107 pujas. Las piezas pertenecieron a una colección privada hasta la década de los 80.
Christie’s fijaba la procedencia de las dos tablas en la época de los reinos de taifas, durante la dominación árabe de la Península Ibérica, situándola en la taifa de Saraqusta. Se trata de paneles en relieve con una línea de caracteres cúficos, decorada con palmeras partidas y bordes alzados, y hoyos para el montaje. Además, explicaba que los caracteres árabes eran reconocibles por sus remates triangulares, con el hoyo central y la letra redondeada, similar a una rueda, a medio camino bajo la línea de caracteres cúficos.
En la superficie que evoca el paisaje vegetal -explica Christie`s al definir las piezas- destacan las palmeras partidas de nervaduras gruesas y la especie de frutos circulares entre las parras, algo que puede encontrarse en otros frisos de la Aljafería: también se puede colegir de la comparación con el fragmento conservado en el Museo Arqueológico Nacional). Por todo ello se valora que la antigüedad de las piezas puede ser de entre 900 y 1.000 años; la datación bascula entre la dinastías Banu Had con Ahmad I al-Muqtadir (1049-1081), la opción más probable, o los almorávides, en su corta etapa de dominación de la ciudad: apenas ocho años entre su desembarco y la conquista de Alfonso I el Batallador en 1118.
