Antonio Orozco deja su estela sobre La Cartuja de Los Monegros

El cantante y compositor levantó este viernes de sus asientos a los 1.300 asistentes del primer concierto de la traca final del Fetsival Sonna Huesca. Miguel Ríos y Manu Chao le seguirán este fin de semana.

Todos levantamos la cabeza cuando nos sobrevuela un avión. A la mayoría aún nos maravilla ver esa estela de condensación que deja en el cielo. Antonio Orozco provoca el mismo efecto. El cantante y compositor es ese cuerpo en movimiento que te obliga a levantar la vista y que te deja un hermoso rastro en el corazón.

La metáfora entre el avión y el barcelonés surge sola cuando uno piensa en el título de su último y octavo disco, ‘Aviónica’, que hace alusión al conjunto de técnicas que se aplican a la navegación aérea y espacial. Pero se hace real cuando uno se convierte en uno de los 1.300 espectadores que este viernes han disfrutado del concierto que ha ofrecido en la Cartuja de Las Fuentes (Sariñena). 

Desde el primer acorde, uno de se siente obligado a levantar la vista y dejarse llevar. También a mover el cuerpo y el alma. De hecho, el público ni siquiera ha aguantado sentado el primer asalto, donde han sonado sin tregua los temas ‘Hoy’ (Aviónica, 2020), ‘Mírate’ (Destino, 2015) y ‘Llegará’ (Dos orillas, 2013). A su ritmo, incapaces de contenerse, han sido muchos los que han respondido con saltos y vítores. Desde el escenario, Orozco ha desautorizado a los miembros de seguridad que les invitaban a volver a sus asientos con sus primeras palabras: “¡Arriba, arriba! ¡La música es para sentirla!”. Y su mensaje ha calado. Muchos han sido los que han abandonado las últimas filas, desplazándose a los laterales, dispuestos a sentir con todo el cuerpo.

La actuación del barcelonés ha sido la primera de las tres reservadas para la traca final del Festival Sonidos en la Naturaleza, Sonna, que organiza la Diputación de Huesca. Al mismo escenario, situado en el corazón de Los Monegros, se subirá este sábado toda una leyenda del rock español, Miguel Ríos, y al día siguiente, será el turno de Manu Chao. Ambos actuarán a las 19.00. Todavía hay entradas a la venta.

Antonio Orozco ha dejado alto el listón, por su fuerza y pasión. Y eso que ni siquiera ha hecho uso de uno de sus puntos fuertes, la palabra, hasta el séptimo tema, justo después de interpretar ‘Giran y van’, incluido en su último álbum de estudio, el más presente durante el concierto. Más de 20 años -según ha dicho- llevaba sin dar un concierto de día. “Es como si estuviéramos haciendo el amor con la luz encendida”, ha señalado, aludiendo después al embrujo y encanto de un lugar tan singular como La Cartuja de Las Fuentes. “Este desierto es nuestro esta noche; disfrutad de mi cortijo”, ha dicho, señalando antes su vínculo con la provincia de Huesca, a través de la empresa Rampa y de la relación de su madre con la localidad de Fonz.

Al final, ni el más nutrido equipo de seguridad hubiera podido contener al público, especialmente durante el primer bis, donde sonaron sus temas más coreados ‘Devuélveme la vida’, ‘Estoy hecho de pedacitos de ti’, ‘Mi héroe’ y ‘Entre sobras y sobras me faltas tú’. Nadie quedaba ya en las últimas filas. Y Orozco ha sido Orozco, cercano, humilde y sensible. Hablando con el público y enamorado de la luna. Un cuerpo en movimiento dejando su estela sobre el reciente anochecer de Los Monegros.

Ha habido grandes seguidores entre el público. “No me voy sin tocarlo”, decía Laura Valenzuela, recién llegada desde Sádaba. Javier Esteban y Laura Bueno, de Zaragoza, esperaban ansiosos la salida al escenario del intérprete, al que admiran “por su humildad y cercanía”. Y, entre otras, Vanesa, Patricia y Erika, vecinas de Frula, han tenido el privilegio de besarlo y abrazarlo antes de comenzar la actuación. “Ha sido increíble”, han señalado. 

“La transformación es increíble; es una maravilla ver el monumento tan mejorado y acogiendo eventos tan especiales”

También ha habido muchos halagos hacia la organización y el escenario natural. “La transformación es increíble; es una maravilla ver el monumento tan mejorado y acogiendo eventos tan especiales”, han subrayado las hermanas Isabel y Charo Martínez, vinculadas al monumento y el lugar, ya que ambas son originarias de la localidad de Cartuja de Monegros.

El concierto ha finalizado con un segundo bis, más cañero, en un guiño al inicio de la actuación, con la interpretación de los temas ‘Una y otra vez’ y ‘Lo que tu quieras soy’. Y así entre vítores y aplausos el barcelonés ha cerrado su actuación en La Cartuja de Las Fuentes, que, tal y como ha explicado, ha podido conocer gracias a los maravillosos mundos a los que conduce la música y a la “valiente” apuesta de los organizadores por un lugar singular.

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