crítica de cine

‘Lunana. Un yak en la escuela’, cambio en lo apartado

La obra de Pawo Choyning Dorji evoca la sensación de que busca servir de descubrimiento y describir parte de de costumbres y creencias de Bután

Fotograma de esta cuidada película sobre la educación.
Fotograma de esta cuidada película sobre la educación.
Archivo Heraldo.

Entre las cinco películas extranjeras nominadas al Óscar aparecen con cierta frecuencia propuestas exóticas en cuanto a que resultan atípicas al proceder de cinematografías apenas conocidas o de naciones con poca tradición. Siempre gusta hallar este tipo de representación, agrado materializado en la última edición por la candidatura de ‘Lunana. Un yak en la escuela’, de Bután, a mejor filme internacional. Rara vez se habla del pequeño país asiático enclavado en medio del Himalaya, salvo cuando se menciona que es el más feliz del mundo o se resaltan los tesoros naturales que esconde. Quizá por ello la obra de Pawo Choyning Dorji evoca la sensación de que, a partir de su historia sobre el valor de la docencia, busca servir de descubrimiento y describir parte de sus costumbres y creencias y la vida en las zonas más apartadas. Su tratamiento narrativo ratifica la afinidad que ejerce la inspiración en el marco de la sencillez.

Aplica el esquema de la experiencia transformadora que surge de manera inesperada cuando solo se ve lo negativo. Muestra a un joven profesor desmotivado que no desea seguir en la dedicación y que solo piensa en marcharse a Australia al que el Gobierno manda a dar clase a un poblado alejado y de difícil acceso. Los días de dura caminata, que maravillan por los paisajes, exhiben su distancia emocional, escenifican el contraste desde la mirada urbana cerrada e interesan por lo que dicen acerca del estado previo y del proceso.

El regreso de la llama vocacional comienza a raíz de que el protagonista se siente removido por la amabilidad de los lugareños y por su profundo respeto a la figura del maestro. La cuestión entraña cauce discursivo, al igual que la bonita reflexión sobre la enseñanza como base para tocar el futuro. La simpática situación del yak indicada en el título, que sucede tal cual, posee un simbolismo alusivo a la importancia de estos animales para los pastores.

FICHA TÉCNICA 

‘Lunana. Un yak en la escuela’. ***

Dirección y guión: Pawo Choyning Dorji. Fotografía: Jigme T. Tenzing. Intérpretes: Sherab Dorji, Ugyen Norbu Lhendup, Kunzang Wangdi, Pem Zam. Drama, 110 minutos. Bután, 2019.

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