El PSOE cierra una página y abre muchas incógnitas

Sánchez ha presentado a parte de su equipo y ha prescindido de Madina y Pérez Tapias.

El PSOE cierra una página y abre muchas incógnitas
El PSOE cierra una página y abre muchas incógnitas
Efe

El PSOE ha cerrado este sábado la página de la historia de Alfredo Pérez Rubalcaba en Ferraz, con alguna lagrimilla, pero ha abierto unas cuantas incógnitas con la elección de Pedro Sánchez como secretario general.


Aunque hace quince días que Sánchez es el líder de facto del PSOE y los socialistas se agarran como un clavo ardiendo a la renovación que supone su llegada, el desembarco del madrileño sigue sin cerrar las incertidumbres que generó la debacle de las europeas en mayo.


Una de las principales es saber si Sánchez se consolidará como líder, pero eso dependerá de si el PSOE consigue remontar con un resultado digno en las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2015.


Para ello, Sánchez ha presentado a parte de su equipo y no se ha andado con miramientos a la hora de prescindir de Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, a los que había prometido integración. Eso sí, hay dos personas de la órbita del vasco en la nueva dirección.


Nada se ha salido del guión que estaba escrito en el congreso federal extraordinario del PSOE y Pedro Sánchez ha sido elegido por aclamación nuevo líder en sustitución de Rubalcaba, que se ha despedido de los suyos con alguna lágrima y con la promesa de morir siendo socialista.


También estaba en el guión el protagonismo que está teniendo la presidenta andaluza, Susana Díaz, el "referente indiscutible" hoy por hoy para todo el partido y a quien muchos ven tutelando al nuevo secretario general.


Es la suya la federación más potente y numerosa, la que más avales recabó para Sánchez y donde más militantes le votaron en la consulta del pasado día 13, y por eso se da por hecho que será una de las que más presencia tenga en la nueva Ejecutiva, que se aprobará mañana.


No habrá en puestos de responsabilidad casi ningún miembro de la dirección de Rubalcaba -salvo la murciana María González, que repite-, pero sí muchos "barones", en lo que ya se conoce como consejo territorial bis.


Uno de ellos será el madrileño Tomás Gómez, quien hoy no se separaba de Sánchez e incluso le ha conducido del brazo al plenario esta mañana pese a que en la elaboración de las listas para las elecciones generales de 2011 intentó por todos los medios relegarle en favor de la corriente Izquierda Socialista.


La jornada ha estado bien diferenciada. Por la mañana tocaba homenaje a Rubalcaba y despedida; por la tarde, aclamación de Sánchez.

Rubalcaba, que se ha llevado de regalo de la tienda de recuerdos del PSOE un cuadro suyo enmarcado, ha mostrado su apoyo "incondicional" a su sucesor, ha instado a que su partido practique principios como los de la lealtad y ejemplaridad y ha apostado por la vía federal como la "única" posible ante el debate territorial.


Muy emocionado ante la ovación de sus compañeros, hasta el punto de que casi se le quiebra la voz al final de su intervención, Rubalcaba ha garantizado que nunca abandonará su compromiso político y que será socialista "hasta el final" de sus días.


Como buen profesor -volverá a partir de septiembre a la universidad a dar clases- ha querido dejar algunos apuntes a sus correligionarios para que no olviden sus principios: lealtad, coherencia (pero sin dogmatismo), honestidad, austeridad y compañerismo.


Quizás algunos valores que no todos en el PSOE han tenido siempre hacia él.


Ante la mirada de dos de sus antecesores, Felipe González, con gafas de sol por un problema ocular, y Joaquín Almunia, ha dejado claro que olvidar uno solo de esos principios les trae siempre consecuencias fatales.


Ha llamado la atención la ausencia de José Luis Rodríguez Zapatero, al que se atribuyen gestiones para que Carme Chacón esté en la Ejecutiva, contra el deseo de Rubalcaba.


En calidad e presidenta del congreso, Susana Díaz ha llamado a la unidad para ganar las próximas elecciones municipales y autonómicas y ha instado a los suyos a "levantar la voz y el ánimo" para ser la "alternativa de izquierda que España necesita".


Y sobre la idea de la izquierda ha girado el primer discurso de Sánchez como secretario general.

Sánchez ha reivindicado al PSOE como el partido de la "izquierda que cambia España", el que "ganará a la derecha", y ha confiado en que los españoles sepan "escuchar", "atender" y "observar" a los socialistas, convencido de que cuando lo hagan volverán a confiar en ellos.


Ha prometido entregarse a esa tarea en cuerpo y alma, y ha pedido a todos los socialistas que le acompañen en este trabajo. Al menos, hasta las elecciones de mayo.