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Aragoneses en Israel: "Estoy en 'shock', mi marido está en el frente y varios familiares han desaparecido"

El ataque de Hamás del sábado ha sorprendido a algunos fuera de Israel.

FILE - Israelis inspect the rubble of a building a day after it was hit by a rocket fired from the Gaza Strip, in Tel Aviv, Israel, Sunday, Oct. 8, 2023. The militant Hamas rulers of the Gaza Strip carried out an unprecedented, multi-front attack on Israel at daybreak Saturday, firing thousands of rockets as dozens of Hamas fighters infiltrated the heavily fortified border in several locations by air, land, and sea, killing hundreds and taking captives. (AP Photo/Oded Balilty, File)
Israelíes pasan por un edificio destruido tras un ataque desde Gaza, el domingo en Tel Aviv.
Oded Balilty

"Lo que pasó el sábado no fue una lucha contra un ejército, fue una masacre a civiles. Eso ha dejado a todos estupefactos". Es la apreciación que hace la aragonesa Mar Gimeno, afincada desde hace 8 años y medio en Tel Aviv (adonde llegó por trabajo en una empresa farmacéutica) y a quien el ataque de Hamás contra Israel le pilló en Grecia, donde estaba de vacaciones junto a su marido, israelí.

Él regresó de inmediato a su país y ella vino a Zaragoza a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos. "No tengo plan. Cuando las cosas se calmen, volveré. Estoy en casa de mis padres y trabajando desde aquí", cuenta mientras muestra su preocupación por su esposo y el resto de allegados a miles de kilómetros. "Mi marido está en el frente. Los israelíes tienen un sentimiento de responsabilidad muy profundo. Esta mañana he hablado con él y está bien. Se vive a la hora, chequeando lo que está pasando y cómo se encuentran las personas que conoces que están en sitios peligrosos. De la familia de mi marido hay varios desaparecidos. Estoy en 'shock'. Lo que se ve y lee es terrible, no me puedo creer lo que está pasando", dice apenada.

También el aragonés-israelí Yehuda Abad -que desde hace más de tres años reside junto a su mujer en una pequeña ciudad costera al norte de Israel, fronteriza con el Líbano- estaba fuera cuando comenzó la ofensiva desde la Franja de Gaza, concretamente en Colonia (en Alemania, de negocios en una feria internacional). "Llegamos el viernes y tenemos que esperar aquí para saber cuándo podemos iniciar la vuelta. Yo debería estar ahí, ayudando y acompañando a todos mis seres queridos. Ese es el sentimiento que tenemos", apunta al otro lado de la línea telefónica.

"Esto no es una declaración de guerra. Ha sido un ataque terrorista muy bien organizado y con la idea de hacer muchísimo daño"

Yehuda Abad señala que "grandes amigos" han perdido a familiares y advierte de que Hamás ha hecho mucho más daño de lo que trasciende. "Hay zonas en las que todavía es muy difícil el acceso. Esto no es una declaración de guerra. Ha sido un ataque terrorista muy bien organizado y con la idea de hacer muchísimo daño. Han ido contra todo: han matado a niños, gente mayor, mujeres...", destaca. Asimismo, deja claro que no existe ningún problema con la población palestina y que la solución pasa por la desaparición de Hamás. "Es una organización terrorista. Tengo amigos que viven al otro lado (de la Franja), que pasan a trabajar a Israel y son los primeros que necesitan ser liberados. Son presos de la organización terrorista de Hamás; no es un gobierno democrático, no tienen libertades, derechos... Los países internacionales tenemos la obligación y responsabilidad de dar al pueblo de Gaza las herramientas para que se puedan desarrollar en libertad y paz", añade.

Por su parte, una israelí afincada en Zaragoza desde hace más de 30 años se emociona al relatar lo que ha sucedido en el kibutz en el que viven sus hermanos y su madre, ya mayor, junto a la Franja. "El sábado estuvieron encerrados en casa con miedo y a oscuras, con terroristas entrando en casas ajenas y raptando gente. El domingo ya estaban juntos en puntos protegidos por las fuerzas israelíes, pero sin poder salir y esperando a ser evacuados. Y este lunes, a las 7.00, ya estamos más tranquilos porque ya están en el sur de Israel en un hotel. Por lo menos, físicamente tenemos a la familia bien aunque psicológicamente ya veremos cuando todo pase", observa. "He crecido en la zona y conozco casos de hijos de conocidos que están retenidos a manos de Hamás -continúa- Estoy bastante en 'shock'".

"El sábado mi madre y mis hermanos estuvieron encerrados en casa con miedo y a oscuras, con terroristas entrando en casas ajenas y raptando gente"
"A un sobrino mío le han vuelto a llamar a filas y esta mañana me decía que para él lo más duro es pensar en que tiene que disparar a matar más que pensar en que puede morir"

Mientras, Elena Floris -de padre judío y residente en Huesca- está en contacto diario con la familia que le queda en Israel y amigos, a lo que suele visitar una vez al año. "Es muy duro. A un sobrino le han vuelto a llamar a filas y esta mañana me decía que para él lo más duro es pensar en que tiene que disparar a matar más que pensar en que puede morir. Los judíos tienen claro que el primer valor que hay que respetar es la vida. El hijo de una conocida mía murió por no disparar; lo que vio fueron niños tirando piedras pero detrás había un hombre armado. Es muy difícil convivir con esas situaciones", dice.

La última vez que Elena viajó a Israel fue el pasado agosto (junto a la frontera libanesa) y el ambiente estaba tranquilo. "Israel es un país multicultural y esto (el ataque de Hamás) no se esperaba. Hay más cosas detrás que algún día sabremos. Los palestinos en Gaza no tienen suficiente infraestructura para todo lo que se ha montado si no tienes un apoyo exterior muy fuerte; si no es imposible", opina. Asimismo, evidencia el fallo de seguridad de Israel. "Luego habrá que pedir responsabilidades. La situación es muy compleja y difícil", admite.

"Como peregrina llevo siete meses y medio caminando hacia Jerusalén, un destino que ahora es inalcanzable. Es muy duro de asimilar" 

A quien también la guerra entre Israel y Hamás le ha truncado los planes es a la zaragozana Carlota Salazar, que el pasado 13 de febrero partió desde la plaza del Pilar en peregrinación a Tierra Santa. En estos momentos está en Lárnaca (Chipre), desde donde inicialmente tenía previsto coger el sábado un barco a Haifa (ciudad portuaria del norte de Israel). "Como peregrina llevo siete meses y medio caminando a un destino (Jerusalén) que ahora es inalcanzable. Es muy duro de asimilar. De momento, las fronteras están cerradas y nadie sabe cuándo van a reabrir. No sé cuanto tiempo puede durar y tampoco puedo estar aquí esperando eternamente. No entraba en mis planes volver a casa sin llegar a Jerusalén", se lamenta.

La zaragozana Carlota Salazar en Turquía.
La zaragozana Carlota Salazar en Turquía, antes de viajar a Chipre.
C. S.

No obstante, Carlota se siente "afortunada" porque de no estar esperando la llegada de un barco para pasar a Haifa "posiblemente" hubiera estado en Israel el día del ataque de Hamás. "Siento mucha tristeza por todo lo que está ocurriendo", destaca al tiempo que asegura que su camino a Jerusalén está lleno "de ángeles". "Tenía que poner velas por cada uno de ellos. Es muchísima la gente que me ha ayudado".

Por su parte, el Ministerio español de Asuntos Exteriores desaconseja viajar a Israel y recomiendan a quienes ya se encuentren ahí contacten con las compañías aéreas o las agencias de viajes antes de desplazarse al aeropuerto de Ben Gurionh. En Aragón, el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Aragón, Javier Ariza, señala que no había para esta semana vuelos programados a Israel por parte de las agencias asociadas. En cambio sí que se mantiene la salida, por parte de una mayorista, para el 17 de octubre a Jordania desde Zaragoza con una alternativa de estancia en Jerusalén. "Tienen la opción de cancelar esa extensión del viaje sin ningún tipo de gasto", observa.

Por otro lado, la Casa Palestina en Aragón convocó este lunes una concentración en Zaragoza para denunciar la "ocupación" que viven los palestinos "desde hace 75 años" por parte de Israel. "Nos están maltratando y humillando. Es un Estado de ocupación definido como tal por Naciones Unidas. Incumplen todas las resoluciones que hablan del derecho de los palestinos a la vida y levanta el muro de segregación racial más grande jamás construido", critica Ibrahim Abiat, presidente de la Casa Palestina, que recuerda que "la mitad del pueblo palestino" son refugiados. "Viven en campos de refugiados desde 1948; eso no se ha movido". 

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