Rusia y Ucrania logran un pacto que garantiza el flujo de gas hasta finales de febrero

Un interrupción del suministro de gas preocupa a la UE, altamente dependiente de las importaciones de gas ruso.

Tanques del ejército ucraniano desplegados al este del país
Rusia y Ucrania logran un pacto que garantiza el flujo de gas hasta finales de febrero
Afp

Rusia y Ucrania han logrado este lunes un acuerdo que vuelve a garantizar el suministro de gas hasta finales de mes, del que no formará parte el combustible que Moscú proporcione a las regiones rebeldes del este ucraniano de Donetsk y Lugansk, informaron fuentes diplomáticas ucranianas.


Moscú y Kiev ya habían cerrado un pacto este octubre que daba cobertura al aprovisionamiento de gas durante el invierno, hasta finales de marzo, pero este entendimiento se vio amenazado en los últimos días por las nuevas tensiones surgidas entre ambos países por el suministro a los enclaves prorrusos y el pago por adelantado de las importaciones.


El Ejecutivo comunitario, que actúa como mediador en la disputa, invitó a ambos países a reunirse este lunes en Bruselas para buscar una solución y les instó a respetar los términos del acuerdo pactado en octubre.


Ambas partes aceptaron este lunes seguir adelante con lo pactado, aunque con condiciones, y acordaron que volverán a discutir a finales de mes con vistas a fijar un nuevo pacto de suministro de gas para el verano.


Tanto Moscú como Kiev aceptaron que exista una verificación independiente de los niveles de gas suministrados y de la situación sobre el terreno.


El encuentro de este lunes en Bruselas, que comenzó entorno a las 15:00 GMT y se prolongó unas cinco horas, contó con la participación del ministro de Energía ruso, Alexandr Nóvak, y su homólogo ucraniano, Vladímir Demchyshyn, así como el consejero delegado de Naftogaz, Andréi Kobolev.


El gigante gasístico ruso Gazprom estuvo representado en la reunión por miembros de su oficina en Bélgica, en ausencia de su consejero delegado, Alexey Miller, confirmó la portavoz comunitaria de Energía, Anna-Kaisa Itknonen.


Los nuevos problemas entre Rusia y Ucrania por el gas surgieron el pasado 19 de febrero, cuando Moscú empezó a suministrar combustible a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, ante las alegaciones de que Kiev había detenido el tránsito hacia estos dos enclaves prorrusos del este de Ucrania.


Gazprom amenazó en paralelo la semana pasada con un corte inminente de gas a Ucrania a menos que abonase por adelantado la factura del mes de marzo.


La ucraniana Naftogaz dijo el pasado viernes que había transferido al monopolio ruso 15 millones de dólares para cubrir el gas que necesita este mes, pero Moscú dijo en un principio que esa cantidad solo compraba un día de combustible.


La Comisión Europea explicó este lunes que hasta ahora no ha podido comprobar ninguna de las alegaciones por las dificultades que encuentra para enviar una misión de supervisión a las áreas afectadas.


Un interrupción del suministro de gas preocupa a la UE, altamente dependiente de las importaciones de gas ruso (39 % del consumo) y Ucrania como país de tránsito del combustible.


En caso de que volviera a producirse una interrupción en el suministro y llegase a afectar al tránsito de gas hacia la UE, como ya ocurrió en el pasado, los Estados miembros más perjudicados serían Bulgaria, Rumanía, Lituania, Estonia y Finlandia, y en menor medida Hungría y Polonia, según datos de la CE.