gastronomía
La Vermutería de Graus y su puerta al mundo
En la histórica plaza Mayor de la localidad oscense se ubica esta tienda y bodega con curiosos sabores.
La plaza Mayor de Graus es uno de los conjuntos más bellos de Aragón. Data del siglo XVI y está declarado Bien de Interés Cultural desde 1975. Allí, en ese "privilegiado" escenario se localiza La Vermutería, una tienda y bodega que abrió sus puertas en Semana Santa y que ofrece curiosos productos.
Whisky escocés fusionado con el matiz del vino de Jerez, pomada menorquina, rebujito del sur, una cerveza artesana de 14º o Croft Twist Vino –un espumoso, blanco que se sirve muy frío y acepta hielo y menta–. Son 'gourmet', "que no es lo mismo que caros", distinguen Desirée Royo y Óscar Santos, al frente de este comercio. "Queremos productos que no haya en Graus", indican.
El concepto también es novedoso en la localidad altoaragonesa. "A la gente todavía le sorprende que, además de consumirlo en la terraza, lo pueden comprar y llevar a casa", explican ambos, procedentes de Barcelona, donde este tipo de negocios son más habituales.
En La Vermutería hay vinos del cercano Somontano, pero también nacionales e internacionales. "Viajamos mucho y ofrecemos vinos de Portugal, Nueva Zelanda, Chile, Italia y dentro de poco también de California", enumera Royo. "Nos estamos especializando en vermús, que tenemos de Cariñena, andaluces, italianos, de Madrid y de Mallorca", puntualiza. La idea es la misma: los clientes se pueden pedir una copa para cada uno o una botella entre todos. Por cierto, en los frigoríficos de su tienda guardan una muestra de blanco y rosado, por lo que se puede tomar o llevar a la temperatura adecuada en caso de emergencia.
Las bebidas se pueden combinar con sencillas tapas a medio día: gildas, ensaladilla rusa, jamón, caracoles hechos en freidora de aire en base a una receta familiar... Todo, sin cocina, por lo que cuentan con un cuidado laterío con marcas poco conocidas y propuestas curiosas. No solo eso, sino que a corto plazo prometen servicio de cenas para picar y una amplia carta de embutidos y quesos.
La parte más dulce la ponen unos chocolates de un artesano que los elabora a unos 10 kilómetros de Graus. "El producto es de primerísima calidad, con cacao que trae de Latinoamérica –alardean en La Vermutería–. Es maravilloso porque no llevan aditivos".
