gastronomía
Araia y Tiaso, los nuevos vinos aragoneses
Bodega Sommos incorpora dos vinos, con la garnacha como protagonista.
Para los primeros pobladores de Murero, Araia significaba "arcilla roja", la tierra de labranza, y Tiaso era "pizarra gris", con la que techaban sus casas. Tras estos nombres celtíberos se esconde una riqueza mineral ahora presente en los nuevos vinos de la bodega Sommos. Las dos propuestas se basan en cepas viejas de garnacha de vaso que son muy exclusivas, tanto porque la extensión de viñedo en este pueblo zaragozano es limitada como por la personalidad que le otorgan los suelos.
Tras un tiempo de estudio del viñedo, apreciaron que a pesar de ser una misma variedad, estar en la misma zona y ser trabajada por el mismo equipo humano los perfiles eran diferentes. "Araia es jugoso, amplio y con cierta estructura en boca, fiel reflejo del suelo de arcilla del que proviene. Por su parte, Tiaso es mucho más afilado, fresco y vertical, y recuerda la mineralidad de la pizarra sobre la que se asienta", explica José Javier Echandi, enólogo de la bodega.
Esta distinción se puede deber a la especial orografía de la localidad de Murero, con viñedos separados entre sí, lo que hace que los suelos donde crecen las cepas sean variados y, por tanto, también el resultado de los vinos. Mientras que los de arcilla permiten una mayor absorción de agua y cepas con más madera, los que se ubican en la ladera –los de pizarra– sufren más estrés para encontrar el agua y, por tanto, su producción es menor.
