Ecológicos de Lécera que gustan en China

Así el Ecolécera Tempranillo 2016 y el debutante y también ecológico Sardonillo 2016 han logrado medalla de oro en la octava edición del CWSA China Wine & Spirits Awards.

Ecológicos de Lécera que gustan en China.
Ecológicos de Lécera que gustan en China.

Los vinos ecológicos de Ecolécera parece que gustan mucho en China. Si el año pasado el Ecolécera tempranillo 2015 logró una doble medalla de oro ?el máximo galardón y la única bodega española que lo consiguió en la categoría de vinos biológicos?, este año se trajeron de la octava edición del CWSA China Wine & Spirits Awards dos medallas de oro para los únicos vinos que elaboran.

Así el Ecolécera Tempranillo 2016 y el debutante y también ecológico Sardonillo 2016 han logrado medalla de oro, destacando además por su excelente relación calidad precio.

El jurado del premio está compuesto por un centenar de reconocidos catadores cuidadosamente seleccionados por ser los principales compradores de vinos y licores en China, es decir, importadores, distribuidores, compradores, minoristas y sumilleres, que calificaron vinos provenientes de más de 55 países de varios continentes.

Por otro lado, ambos vinos han obtenido sendas medallas de plata en el Internationaler Bioweinpreis Wine-System AG, celebrado en Alemania.

Hermano joven del multipremiado

Ecolécera tempranillo ecológico, esta primera edición de Sardonillo ecológico procede de uvas de cepas que se cultivan en otro viñedo ecológico, dentro del el término municipal de Lécera, en una zona muy árida, donde predomina el viento, y enmarcado también dentro de la Indicación Geográfica Protegida Vinos del Bajo Aragón. Así que siendo ambos de la cosecha del 2016, se diferencian por su procedencia, de distintos viñedos, y por los diferentes tiempos de fermentación a los que fueron sometidos en tanques de acero inoxidable.

Vino estepario

Sardonillo presenta un intenso color púrpura, de aspecto brillante. Al llevarlo a la nariz, puede presumir de una gran intensidad, con aromas donde se imponen las frutas del bosque, tanto negras como rojas. En la boca no pierde su carácter frutal, presentándose ligero y ágil e incitando a un segundo trago. "Es un vino que nos recuerda a la tierra de la que procede; dura, pero agradecida si se la trata bien. Es un vino moderno y bien elaborado, evoca al que tomaba el abuelo por estas tierras", aseguran los responsables de su producción.

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