Hoy en día la mayoría de alimentos pueden encontrarse en cualquier época del año. Sin embargo, las características de los productos se potencian si se recogen y consumen en el momento adecuado. Además, el precio de los alimentos de temporada también es más asequible. La nueva estación que entra, la primavera, trae color a los platos, como también trae el color a la vida diaria.

El color está presente en todas las frutas de esta época. Las fresas son las reinas de esta temporada y además contienen vitamina C, por lo que se convierten en el mejor sustitutivo de los cítricos como las mandarinas y las naranjas que deja atrás la primavera. En este momento también aparecen las primeras ciruelas, aunque son más propias del verano, los nísperos, cuya estancia en las mesas apenas durará tres meses, y ya a finales de la estación, pueden consumirse albaricoques, cerezas y arándanos. Otras frutas que también se consumen en esta época son el limón, el plátano, el pomelo, el kiwi o la piña. La primavera se cierra con la aparición de los albaricoques.

Todos los alimentos buscan fortalecer el organismo de la temida astenia primaveral. Respecto a los productos cárnicos, la primavera es la época más adecuada para consumir carne de oca, ganso, codorniz, capón y pavo. En esta estación los pescados clásicos como el bacalao, la lubina o el besugo dejan paso al atún, el congrio, el gallo, las anchoas, la caballa, el lenguado o el rape. También es buena época para la merluza, el emperador, el rodaballo, el cabracho o las angulas, pescados que también están presentes en los menús veraniegos.

Las verduras de esta temporada son ricas en vitaminas, minerales y fibras. La primavera es una de las épocas del año que más variedad ofrece: la coliflor, la lechuga, la escarola, el tomate, los espárragos verdes, las cebollas, los guisantes, el calabacín y las habas, son algunas de las verduras más reseñables de la primavera.