La gastronomía aragonesa necesita alianzas

El encuentro Love Clients reunió esta semana a cocineros, productores e investigadores con el objetivo de de dotar a este sector de una mayor identidad.

Franchesko Vera, Domingo Mancho, Manel García, Toño Rodríguez y Ramón Roteta.
Franchesko Vera, Domingo Mancho, Manel García, Toño Rodríguez y Ramón Roteta.
A. Toquero

Para que la gastronomía aragonesa coja impulso, crezca y se desarrolle es fundamental que cocineros, productores, investigadores y expertos en márquetin y comunicación remen juntos y en la misma dirección. Y, además, que las administraciones y las empresas aporten su granito de arena porque "algo no estamos haciendo bien".


Estos argumentos y esta última impresión bien podrían resumir las intenciones y objetivos del II encuentro para gestión y marketing para profesionales y amantes del sector gastronómico Love Clients, que se celebró el jueves en el Patio de la Infanta de Ibercaja. La sensación de que en Aragón "algo no estamos haciendo bien" la expresó en la presentación de la jornada su promotor, José Antonio Campos. Él prendió la mecha, dio la palabra a cocineros, productores e investigadores y, entre todos, llegaron a la conclusión de lo importante que es "crear alianzas de conocimiento y renovación". En definitiva, unir a la gente.


Esta fue una de las principales ideas, que al final del acto se resumió en la puesta de largo de la iniciativa Gastro Alianza, un lugar de encuentro para mejorar la gastronomía aragonesa y el turismo vinculado a ella, además de promover su innovación, competitividad y divulgación en diferentes ámbitos.


Durante la jornada, varios expertos aportaron sus puntos de vista. La presencia más destacada fue la del chef Ramón Roteta, uno de los impulsores de la nueva cocina vasca. Él señaló el camino que, a su juicio, debería recorrer la gastronomía aragonesa para dotarse de mayor identidad. "No podemos olvidar la cocina tradicional porque es nuestro patrimonio, la base que nos tiene que dar las pistas de hacia dónde mirar en el futuro".


Por lo tanto, la cultura propia "hay que preservarla, pero ahora la apuesta tiene que ser por adaptar y ampliar el recetario". "Pero no vale cualquier cosa –prosiguió–, los sectores vinculados a la gastronomía y las administraciones tienen que unirse alrededor de ese objetivo: crear una base de recetas equilibradas y fáciles de hacer, que tengan un reconocimiento, que los cocineros las enseñen y que de esa creatividad, poco a poco, se impregne la sociedad".


Platos efímeros

Ramón Roteta también expresó la sensación de que "hoy en día pecamos de demasiada creatividad en los fogones; se están haciendo cosas muy buenas, que llevan mucho trabajo, pero que enseguida desaparecen.

Estamos haciendo una cocina de usar y tirar". Esta reflexión le llevó a preguntarse: "¿Cuántos platos de los últimos 40 años van a pasar a la posteridad?". Él mismo respondió: "Muy pocos o ninguno". Durante la charla y en las conservaciones informales su mensaje fue el mismo: "Juntaos, haced grupos en Zaragoza, Huesca y Teruel, generad noticias e inquietud en la sociedad, cread un sello que identifique y defina vuestros productos, diferenciaos... porque así es como vais a enriquecer la cocina aragonesa".


Junto a él se sentaron en una mesa de debate compañeros aragoneses de profesión como Domingo Mancho. "Nuestra gastronomía no avanzará si no nos creemos que podemos elaborar un recetario magnífico con nuestros productos", dijo. A su lado, Manel García recordó que "no hay una segunda oportunidad para dar una primera buena impresión", poniendo el foco en el cliente para el que "hay que hacer trajes a medida a la mesa". Franchesko Vera y Toño Rodríguez ofrecieron la visión más joven y dinámica. Este último reivindicó el proyecto TuHuesca, que aúna a representantes del sector agroalimentario de la provincia, como el modelo a seguir.


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