Gastronomía a 2.000 metros

Astún y el Grupo Freixenet presentan un nuevo espacio para disfrutar de buena cocina en territorio esquiable.

El nuevo espacio gastronómico está situado en la cota 2.000 de la estación de Astún, en pleno territorio esquiable.
Gastronomía a 2.000 metros
Astún

Cava, Champagne & Snow es el nombre de la campaña de ocio y gastronomía para la temporada de 2015 que este miércoles presentaron en Madrid la estación de esquí de Astún y el Grupo Freixenet. Es una iniciativa con la que ponen en marcha un nuevo concepto de alta gastronomía –denominado Gastronieve– uno de cuyos espacios estrella es el Henri Abelé Lounge, un establecimiento situado a 2.000 metros de altura, en pleno terreno esquiable, en el que hay disponible una carta de platos, raciones y tapas que se pueden acompañar de una botella o copa de hasta 20 vinos diferentes de las bodegas del Grupo Freixenet. La restauración de este y de los demás espacios de hostelería de la estación corre a cargo de la empresa aragonesa Guian. El proyecto también está patrocinado por Jamón 5 Jotas y por Nespresso.


Entre las propuestas culinarias que se pueden degustar en este espacio hay, por ejemplo, raciones calientes de cuchara, como cazuela de garbanzos con boletus, cazuela de lentejas con foie o caldo casero. También calientes y recién hechas se sirven las croquetas caseras de jamón o los rollitos de langostino, puerro y queso.


En el apartado de raciones para compartir, hay jamón ibérico con pan de cristal, caña de presa ibérica, cucurucho de puntillas con corteza de lima, atún marinado sobre nachos, sándwich de queso de cabra y compota de naranjas y vainilla, tortilla de patata en bollo recién horneado, o bollo relleno de ternera con crema de queso cheddar.


La sección de miniplatos gastronómicos permite degustar tanto ternera a la brasa con guarnición o paletilla asada de ternasco como merluza de pincho rebozada con salsa de piquillos, bacalao con pimientos asados o ravioli de merluza y salsa de cigalas. Los postres son también variados y con componentes dulces, como el brownie, el jaqués, la trenza de Almudévar, la tarta sacher o las rocas de chocolate.



El antecedente

No es la primera vez que Freixenet y Astún trabajan juntos; el tándem arrancó la temporada pasada con Cava & Snow 2014, conjuntando gastronomía, arte, deporte, cultura y turismo en las pistas de esquí. A la acción dada a conocer ahora se suma el champán Henri Abelé, de una antigua bodega de origen francés fundada en 1757, adquirida por el Grupo Freixenet en 1985 y conocida por monarcas de otras épocas y por ser una de las marcas que se sirvieron en el Titanic.


El presidente de Eivasa, propietaria de la estación invernal de Astún, Jesús Santacruz, recalcó que "este es un reto ambicioso, pues ha habido que solventar muchos problemas de logística para desarrollar este nuevo concepto de alta gastronomía en un espacio a 2.000 metros de altitud". También informó de que este año, bajo el sello de Gastronieve, habrá cuatro espacios gastronómicos repartidos por toda la estación, que harán que "las escapadas a la nieve no sean un placer solo para los deportistas, sino también para quienes disfrutan de la buena mesa". Entre otras oportunidades, los esquiadores que quieran disfrutar de Cava, Champagne & Snow podrán descender de noche por las pistas iluminadas con antorchas y fuegos artificiales, tras disfrutar de una cena en la cota 2.000, o tener un servicio de spa y golf en alguno de los hoteles del valle del Aragón asociados a la iniciativa.


El director de comunicación de Freixenet, Pedro Bonet, destacó que con acciones de este tipo su empresa conseguirá llegar a un público joven potencial consumidor de vinos de calidad, "participando en una actividad gastronómica fantástica en un espacio inigualable".


Joaquín Castillo, director general de Turismo de la Comunidad de Madrid, que actuó como anfitrión en la presentación que tuvo lugar en la Escuela de Hostelería de la Cámara de Comercio de Madrid, se mostró gratamente sorprendido por esta nueva oferta de Astún, que quedó plasmada en un vídeo proyectado durante el acto, y destacó que alrededor del 30% de los clientes de las estaciones de esquí aragonesas son de Madrid, donde registran 30 millones de salidas cada año.


La posibilidad de disponer de este tipo de gastronomía de forma habitual, durante toda la temporada, en un espacio esquiable a esta altitud está muy poco extendida en el mercado nacional.


En Aragón hay acciones puntuales, algunos fines de semana, en espacios de restauración de diversas estaciones de esquí, en los que de forma habitual se sirven preparaciones que se alejan cada vez más del tópico de la cocina rápida de baja calidad y cara que hace muchos años se ofrecía en estas instalaciones.


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