FIMA se viste de gala para celebrar su 60 cumpleaños
La Feria Internacional de Maquinaria Agrícola celebra una "gran fiesta" para conmemorar sus seis décadas de trayectoria y reconocer a las empresas y entidades que lo han hecho posible.
Las exposiciones de maquinaria agrícola, y de ella su vehículo estrella, el tractor, ha sido una constante en la capital aragonesa desde 1941. Ya se podía ver esta tecnología integrada en la feria general de muestras que se celebraba en esa época con motivo de las Fiestas del Pilar.
Pero en los años 60 la mecanización del campo tomó tal auge, que un grupo de expositores quiso aprovechar el tirón poniendo sobre la mesa la posibilidad de independizarse de aquel certamen general y tomar rumbo en solitario.
La autorización para la nueva FIMA llegó en diciembre de 1963 y unos meses después, ya en 1964, nacía la que se convirtió en la segunda feria monográfica que existía entonces en España. Es toda esa trayectoria la que se ha conmemorado este miércoles, coincidiendo con la segunda jornada del certamen que se celebra en Zaragoza hasta este sábado, con una gran gala en el Palacio de Congresos de la capital aragonesa que han podido disfrutar unos 400 asistentes.
Entre ellos, han estado presentes representantes de empresas emblemáticas del sector, entidades y asociaciones vinculadas a las actividades agrarias, delegaciones comerciales o visitantes, fieles a un certamen que nació con apenas 150 expositores y que muestra en esta su 43 edición (desde hace unos años tiene carácter bienal) toda la vanguardia del sector a través de 1.237 marcas. "Es un homenaje al sector agrícola", ha explicado el director de Desarrollo de Negocio de la Feria de Zaragoza, Alberto López.
Como antesala a la celebración, la Feria ha entregado los premios con los que distingue la innovación y las novedades técnicas presentadas de las empresas y los productos. Un reconocimiento que han conseguido 16 productos, algunos de ellos presentados por primera vez al mercado mundial en el marco de FIMA.
Amenizada por la voz y el baile de Nacho del Río y de Miguel Ángel Berna, la fiesta, en la que se ha mostrado un vídeo que ha recorrido la trayectoria de un certamen con mucha historia y mayor futuro, ha culminado con una apetitosa cena, en la que los alimentos aragoneses han sido los protagonistas de un menú regado con caldos de la Comunidad.
"Queremos mostrar que FIMA no es solo maquinaria, sino también una destacada embajadora de la cultura y la gastronomía aragonesa", ha explicado López, que ha afirmado que cuando el expositor y el visitante acuden a la capital aragonesa para asistir al certamen no solo quieren conocer la tecnología agrícola sino también las señas de identidad de la región.
