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El último pase decisivo de la SD Huesca
Los azulgranas han marcado el 74% de sus goles, 20 de 27, gracias a una asistencia previa. Solo tres equipos le sacan más provecho.
Florian Miguel, Jorge Pulido y Juan Carlos se convirtieron en protagonistas porque al fin y al cabo fueron los encargados de marcar, pero detrás de cada uno de los goles del 3-0 con el que la SD Huesca superó al Levante el sábado hubo otros nombres, los de Sielva, Mateu y Valentín, los que dieron el pase decisivo. A Toni Kukoc, leyenda del baloncesto, se le atribuye la frase "una canasta hace feliz a una persona, una asistencia a dos". A tenor de esto, en el caso de los azulgranas, aunque los goles no abunden sí que lo hacen las sonrisas. Han marcado 27, una cifra que les sitúa en mitad de la tabla, de los que veinte han nacido con uno de los conocidos como ‘pase de la muerte’, el 74%.
Lo visto ante el Levante no fue sino la constatación del fútbol que los de Ziganda practican. Llegan poco a la meta contraria, pero cuando lo hacen es muy factible que sea definitivo. Sobre la portería de Cárdenas percutieron cuatro veces y tres acabaron en la red.
Esa prevalencia en las asistencias como método para marcar solo es superada actualmente por tres equipos. La Ponferradina registra un 79,1%; Las Palmas, un 77,1% y el Burgos, un 76%. El Leganés presume exactamente de los mismos guarismos que el Huesca. A excepción de los canarios, que son los que más con 310, los otros cuatro conjuntos se encuentran en el fondo del listado de disparos totales realizados; ranking, que cierran los oscenses con 190. El máximo asistente en términos globales es el Granada con 28, nueve son de Callejón, el jugador más generoso de la competición.
Al igual que ocurre con los goles -materia en la que Juan Carlos con cinco es el más destacado- dentro del vestuario azulgrana las asistencias también se encuentran muy repartidas. El que más ha dado, según los datos de La Liga, es Valentín con cuatro, que podrían ser cinco de contabilizarse el lance con el que Marc Martínez se marcó en propia en la visita a El Alcoraz del Cartagena de la segunda jornada (2-3). En la primera vuelta ofreció dos, ambas a Carrillo, en las victorias sobre el Oviedo (0-1) y Las Palmas (1-0), y pasado el ecuador del ejercicio ha logrado otras dos. Además de a Juan Carlos frente al Levante, también habilitó a Joaquín para que abriese el marcador en el 1-1 con el Granada en una contra. Con tres, le siguen Mateu y Joaquín. Dos suman Ratiu, Soko y Escriche -ahora cedido en elAlbacete- y una han aportado Miguel, Kento, Jorge Pulido y Sielva.
El peso de las asistencias en el camino hacia el gol, de hecho, ha aumentado en la segunda vuelta. De ella se llevan consumidas nueve jornadas, de las que el Huesca ha marcado en siete. En total son diez dianas y en solo una no ha habido una intervención decisiva de un compañero antes de enviar el balón a la red. La del 1-1 con el Sporting en el que Sielva afinó en una falta directa.
Ya se han relatado las del triunfo ante el Levante y la del empate con el Granada. Además, en el 1-1 con el Albacete en el regreso tras el parón navideño el que habilitó a Blasco fue Joaquín. Ratiu fue el autor del centro en la tijera de Jorge Pulido al Oviedo (1-1) y el capitán fue el que hizo el envío para que Obeng se estrenase como azulgrana con una chilena en el 1-0 al Mirandés.
En el 2-2 con el Ibiza, Joaquín encontró a Obeng para firmar el 1-1, mientras que respecto al 1-2 existen dos versiones. En la real Juan Carlos asistió a Joaquín que picó un balón al que Ratiu y el portero no llegaron. El árbitro, en cambio manifestó en su acta que el rumano sí había tocado el balón, por lo que la estadística oficial indica que el pase final, y no el tanto, fue del malagueño.
