El Huesca se mete en puestos de promoción de ascenso

Era el día. No se podía retrasar más. Después de seis jornadas al acecho del ‘play off’, el Huesca asaltaba de manera definitiva esos codiciados puestos que te dan opción a soñar con algo grande, histórico, como la pelea por estar en Primer División. Y lo hacía por la puerta grande, derrotando a un Rayo Vallecano, y demostrando una vez más, que nada de lo que ocurre este año en El Alcoraz es fruto de la casualidad. Los oscenses dormirán quintos hasta este sábado, aunque el discurso de jugadores y entrenador es ya común: “Tendrán que sudar para sacarnos de aquí”, y si algo caracteriza al Huesca es no reblar en sus objetivos.

Un golazo de Ferreiro desde fuera del área tuvo la llave esta vez, abriendo un partido que ya se ponía favorable a la media hora de juego, con la expulsión de un jugador del Rayo. Costó hacer valer la superioridad, agrietar la lata, anestesiar a la delantera de quilates que atesoran los madrileños, pero el pitido final dejó un 2-0 en el marcador, y es que la última del partido fue un penalti que anotó Samu Sáiz, dejando a los más de 4.700 que se reunieron en El Alcoraz con brillo en los ojos.

El último partido liguero –aquel ya lejano enfrentamiento contra el Real Oviedo de diez días atrás-, había dejado tocada la sala de mandos oscenses. Las tarjetas amarillas de Aguilera y Melero no encontraron la piedad del Comité y ambos tuvieron que ver en vaqueros y desde la grada el encuentro, lo que obligó a Anquela a darte una vuelta de tuerca a un centro del campo que hacía tiempo habían colonizado la pareja de madrileños.

Optó el técnico por buscar una dupla en su banquillo que mantuviera la conjunción de cualidades defensivas y de creación que atesoraba su primera apuesta, dando entrada a Lluís Sastre junto a Bambock. No obstante, las circunstancias del encuentro llevaron a Anquela a sacrificar la contundencia del francés tras le paso por vestuarios, dando entrada a un David López con más posibilidades en la salida de balón.

El resto del once se mantuvo intacto respecto al que había empatado en Asturias, y es que fue conservador  no esperaba Anquela que el partido se le pusiera tan pronto de cara este sábado, al quedar su equipo ya con un jugador más antes de la media hora de juego. Un golpe de Galán sobre Herrera le supuso la segunda tarjeta amarilla y la consiguiente expulsión.

Hasta entonces, habían sido los oscenses los que habían puesto el fútbol y las ocasiones sobre el césped de El Alcoraz. Ferreiro se atrevió a probar primero, después de minutos de mucha presión en el centro del campo, y aunque la falta lanzada por el siete se fue lejos de los tres palos, sirvió de resorte para que su equipo se quitara el acartonamiento de diez días sin partido y mostrara ese fútbol competitivo al que tantas veces alude su entrenador.

Vínicius erró en varias ocasiones, cuando el estadio ya cantaba el primero. Desde el minuto 15, cuando le quedó atrás un centro fruto de una gran combinación de Alexander y Akapo en banda, a una contra conducida en velocidad por Samu que el brasileño no consiguió definir.

Cuando más estaba perdonando el Huesca llegó la expulsión del Rayo, que parecía alfombrar un resultado favorable antes del paso por vestuarios, pero verse con uno más pareció dar mal de altura a los azulgranas, que frenó algo su asedio a la meta de Gazzaniga.

El Rayo se vio obligado a realizar el primer cambio para tapar el agujero de la expulsión de su lateral, y se apiadó más que nunca a la velocidad y calidad que se les supone a sus hombres de ataque, para intentar la machada de adelantarse con uno menos.

Estuvieron a punto de conseguirlo, cuando Javi Guerra estrelló en la cruceta, minutos después de la reanudación. El Huesca salió aletargado al campo, y como ya ocurriera en el partido de ida, pero a la inversa, no hubo lugar para la sensación de superioridad numérica hasta que el golazo de Ferreiro abrió la lata.

Tardó poco más de cinco minutos Anquela en refrescar el ataque, cambiando a Vinícius –poco acertado esta vez-, por Borja Lázaro, y después fue Vadillo. Pero con el valioso botín ya casi en el bolsillo, no hubo tiempo de lucimientos, más bien para arremangarse y pelear también en defensa.

Así, las ocasiones fueron contadas en el tramo final, pero una escapada de Borja Lázaro sufrió el derribo del meta del Rayo, para que Samu Sáiz rubricara desde los once metros el 2-0, dando lugar al júbilo total cuando Medié Jiménez pitó el final en el 95.

Ficha técnica

SD Huesca: Herrera, Akapo, Carlos David, Íñigo López, César Soriano, Bambock (David López, 46), Sastre, Alexander (Vadillo, 76), Ferreiro, Samu Sáiz y Vínicius Araújo (Borja Lázaro, 65).

Rayo Vallecano: Gazzaniga, Galán, Amaya, Iñiguez, Álex Moreno, Fran Beltrán, Trashorras, Lass, Aguirre (Manucho, 82), Comesaña (Quini, 32) y Javi Guerra.

Goles: 1-0, min. 59: Ferreiro. 2-0, min. 94: Samu (p).

Árbitro: David Medié Jiménez (comité catalán). Mostró tarjeta amarilla a Sastre, Vadillo y Akapo por el Huesca; y a Quini, Gazzaniga, Amaya y Trashorras por el Rayo. Expulsó en el minuto 27 por doble amarilla a Galán, del Rayo Vallecano.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo sexta jornada de liga, disputado en el estadio de El Alcoraz ante 4.721 espectadores.