Real Zaragoza

El día después de la debacle

El Real Zaragoza vuelve a los entrenamientos tras minimizar sus posibilidades de permanencia hasta casi el imposible.

Entrenamiento del Real Zaragoza en La Romareda
Meira, ausente en el entrenamiento
J. M.

La Liga no ha acabado aunque anímicamente lo parezca. La derrota por 0-2 frente al Betis redujo hasta la mínima expresión las opciones de que el Real Zaragoza continúe en Primera una temporada más, algo que no quita que se deba seguir preparando los partidos que restan. “Por vergüenza profesional”, los describió Jiménez. El descenso parece el destino más lógico aunque, para que se concrete, todavía restan 15 largas jornadas por jugarse.


De esta manera, el conjunto aragonés inició su semana. Corta, afortunadamente, al jugar en lunes y tener que volverlo a hacer el próximo sábado, a las 20.00 en La Rosaleda. Antes de empezar a ejercitarse, el equipo volvió a confabularse en el vestuario. Aproximadamente, 40 minutos de reunión en la que estuvo presente el cuerpo técnico. Algo que no estaba estipulado en el orden del día, según reconoció Paredes en la rueda de prensa que había ofrecido previamente. “Esas cosas no se piensan. Son según surja la semana”, dijo. El 'Jabalí' se mostró favorable a este tipo de actos, necesarios para mejorar la comunicación interna del grupo. “Muchas veces es necesario hacer una sentada general, ver qué opina la plantilla. A lo mejor hay gente con la que no tienes un trato tan directo como con otros jugadores y así puedes saber lo qué opinan. Luego durante la semana, por grupos, con los que tienes más afinidad, vas viendo el partido”, explicó.


Tras ello, vuelta a la rutina. A la del día después de un partido, esto es, titulares por un lado y reservas por otro. Entre los que integraron el once inicial ante el Betis, una ausencia. El serbio Ivan Obradovic no se entrenó con el resto de sus compañeros. Su carga de trabajo, como es habitual, fue leve. Un poco de carrera continua y al vestuario a hacer recuperación. Manolo Jiménez, que comenzó la sesión cabizbajo y acabó imprimiendo su energía habitual, mantuvo una larga charla individual con Edu Oriol. El centrocampista, que fue de lo más destacado mientras el equipo supo mantener la tensión competitiva, estuvo departiendo alrededor de siete minutos con el míster, alejados del resto de compañeros.


Además de Obradovic, tampoco tomaron parte del entrenamiento Postiga, al que se le vio trotando acompañado del preparador físico y Antonio Tomás. Los demás hicieron una sesión mixta, con un poco de físico y otro tanto de balón. Para completar el trabajo, estuvieron presentes Kevin Lacruz, Sergio Maestre, Pablo Alcolea, Joel Valencia y Jorge Ortí. Curiosamente, los dos últimos jugaron con el equipo juvenil el pasado fin de semana.


Algunos ejercicios de ataque, movimientos de banda a banda, centros y lanzamientos a puerta ocuparon gran parte del tiempo empleado. Todo ello realizado, como no podría ser de otra forma, bajo un silencio sepulcral. El estado de ánimo que posee el zaragocismo. Incluso, alguna entrada fuerte en un lance del partidillo de seis contra seis que se disputó sirvió como vía de escape a la frustración existente. Aquella inherente al que lo intenta pero se ve superado por la tarea a realizar. El vivo reflejo de lo ofrecido en La Romareda ante el Betis.