"Incluso en los momentos difíciles he sentido la confianza de la afición"

El entrenador del Real Zaragoza analiza su primera vuelta al frente del conjunto aragonés y el tramo final de la temporada.

Ranko Popovic, frente a las oficinas del Real Zaragoza
Ranko Popovic, frente a las oficinas del Real Zaragoza
Laura Uranga

Ya ha pasado una vuelta desde que llegó al banquillo del Real Zaragoza. ¿Qué balance hace de este periodo?


Sinceramente, ni me había parado a pensar en que ya ha pasado una vuelta... Ha habido de todo. En general, podríamos haber logrado más, pero por las circunstancias y por todo lo que ha ocurrido, tampoco podemos estar descontentos. Hemos tenido muchísimas dificultades y es una pena que no hayamos podido continuar con el ritmo con el que empezamos, pero lo importante es seguir adelante y recuperar el nivel.


En varios momentos ha parecido que el equipo iba a despegar, pero al final ha sido una vuelta plagada de altibajos. ¿Qué explicación le encuentra a esta trayectoria?


La explicación es muy simple. Desde que llegué dije cuál era nuestro objetivo y no hemos perdido eso de vista. Pero los altibajos tienen su explicación. Cuando parecía que estábamos en el camino, y la gente incluso pensaba que íbamos a subir directamente, teníamos la plantilla casi entera, y cuando estábamos en nuestro mejor momento, tanto de resultados como de juego, hemos tenido muchas bajas de golpe. Eso hace daño incluso a plantillas más amplias que la nuestra. A nosotros nos afectó muchísimo, sobre todo porque han durado mucho. No han sido lesiones de dos semanas. Estas han sido largas, y eso también significa más tiempo para coger el ritmo. Pero, gracias a Dios, parece que la gente se ha recuperado bien y hay jugadores que han estado de baja y ya han cogido el ritmo. Ahora a ver si somos capaces, en esta recta final de la temporada, de dar una alegría y hacer algo bonito.


Además de las bajas... ¿Qué más no ha funcionado como esperaba?


Las bajas provocan otras cosas. Me gustaría analizarlas al final de la temporada, porque no quiero que parezcan excusas. Pero eso te afecta porque no puedes trabajar con normalidad. No es igual entrenar con la plantilla entera que con la mitad de la plantilla. No lo digo para quejarme o para excusarme. No. Hemos intentado hacer todo lo que hemos podido, y al principio ya he dicho que podríamos haber hecho más. Hemos tenido oportunidades para haber sumado algún punto más. Ha habido factores en los que hemos podido influir y otros en los que no. Pero siempre busco cambiar y mejorar las cosas en las que podemos influir: en el campo y en el juego. Seguro que hemos podido sumar más puntos para haber tenido ahora más tranquilidad para los partidos decisivos, pero estamos como estamos y tenemos una buena oportunidad para seguir así.


Una de las lecturas positivas que hace de su etapa al frente del Real Zaragoza es que el equipo ha acabado superando las dificultades.


Lo bueno es eso. Pero cuando se hace un análisis hay que tener en cuenta todo. Hemos mantenido el puesto por méritos nuestros y también por los resultados del resto de equipos. Ahora llega el final de la temporada y los equipos que tienen más plantilla y más opciones también fallan y les cuesta ganar los partidos. Es lógico, hay nervios y todos nos jugamos mucho. Para mí lo más importante es que estamos aquí, que podemos pelear y que estamos recuperando a la gente para tener más opciones de ofrecer lo que queremos: resultados y buen juego. Creo que se empezó a ver en el último partido, contra el Numancia, pero también vimos cómo afectan al equipo la presión y los nervios. Las oportunidades que en otros partidos marcábamos con facilidad ahora parecen difíciles. Eso son solo los nervios. Pero el equipo superó eso, supo reaccionar y, lo más importante, logró la victoria y enseñó el camino que tenemos que seguir.


¿Esta última victoria les ha quitado un peso de encima a los jugadores?


Más tranquilos no podemos estar, porque nos jugamos mucho. Pero sumar tres puntos cuando llevas una mala racha ayuda. Vimos como nos costó ganar el partido, pero fuimos el equipo que dominó casi todo el partido, y eso es lo que quiero que pase siempre. Y yo creo que también hemos recuperado un poco el ánimo del público, que estaba un poco bajo y había perdido un poco de fe. Pero queda mucho por jugar y yo espero que estemos a la altura para subir el nivel de juego y de resultados.


Mirando un poco más atrás, ¿siente que en los últimos dos meses han desperdiciado una buena oportunidad de consolidarse en la zona alta y llegar al tramo final en una situación mejor?


Es cierto. Hemos tenido una buenísima oportunidad. En este periodo hemos jugado cuatro partidos en casa que hemos empatado. Ganando dos de esos partidos, algo que podríamos haber conseguido, estaríamos más tranquilos. A mí me da la sensación de que, fuera del club, la gente se ha olvidado de la situación en la que estábamos. Y no hablo de la del club, del pasado, sino de la que había en el momento. No es igual entrenar con 14 que con 20. Cuando pasa eso en un otro club nos damos cuenta, pero aquí no. El otro día Guardiola decía que no se sabía cómo entrenar con 14 jugadores. ¡Sí, pero con 14 internacionales! Nosotros hemos estado así dos meses y medio. Yo creo que también hay que respetar eso y valorar lo que han hecho los chicos. No era lo que esperábamos, es cierto, pero los motivos están ahí. ¿Que en esas circunstancias podríamos haber hecho más? Sí. Y eso es nuestra culpa.


Pese a todo, el Real Zaragoza es séptimo, empatado con el sexto, a falta de siete jornadas. ¿Se siente obligado a entrar en el 'play off' o cree que sería un fracaso no lograrlo?


No sé de donde vienen estas cosas del “fracaso” o si alguien quiere que se hable de esto. Cuando se formó el equipo todo el mundo decía que si el Real Zaragoza acababa en la mitad de la clasificación sería un éxito. Yo prefiero interpretar que si se dice esto es porque nosotros hemos hecho algún mérito, por nivel de juego y por resultados, para que la gente pensara que íbamos a ascender. Y no voy a decir que estaríamos conformes si quedamos a mitad de tabla o que no bajemos porque esos fueran los planes o lo que al principio de la temporada pensara la gente desde el club o desde fuera. Pero ahora me parecería incorrecto e injusto hablar de fracaso. Nosotros vamos a pelear y luchar por estar ahí, igual que lo dije el primer día. Vamos a hacer todo para estar entre los seis primeros, lo que sería un éxito enorme. Y no lo digo ahora para que parezca importante, sino que por todo lo que ha pasado es así. A mí la palabra fracaso no me gusta. Pienso en el éxito, pienso en las victorias y creo en mi equipo. Al final hablaremos y cada uno hará la cuenta como quiera.


El camino sigue este domingo, frente a la Ponferradina, el rival con el que debutó y el gran rival del Real Zaragoza en la lucha por la sexta plaza. ¿Este partido será decisivo?


Ese partido te puede dar muchas cosas, pero decisivo no será de ninguna forma. Eso sí, es muy importante. Si ganas te da una ventaja enorme sobre el rival más cercano, tres puntos y el 'gol average' particular ganado. Pero no tenemos que preocuparnos, sino ocuparnos de hacer las cosas de la mejor forma y salir al campo a jugar lo mejor posible. Eso es lo que te lleva a la victoria.


En el partido de ida, su primer encuentro en el banquillo de La Romareda, el Real Zaragoza logró una abultada victoria (4-1). ¿Cómo espera que sea este segundo duelo?


Ahora es otra cosa. Después de tantos partidos la situación es diferente. Solo quiero que nosotros estemos a la misma altura del primer partido, conscientes de lo que nos jugamos. Tenemos que salir con mucha alegría, con mucha fe y sabiendo del peso que llevamos encima, pero sin que esa presión no llegue a apretarnos, sino que nos motive. Los chicos son conscientes de todo esto y están preparados.


Además, en El Toralín cumplirá el cuarto y último partido de la sanción. ¿Cómo ha vivido estos últimos encuentros desde la grada?


Muy mal, de verdad. Es un horror vivir los partidos así, no poder dar instrucciones. Sientes una gran impotencia cuando quieres transmitir algo en el momento y no eres capaz. Es una situación mu incómoda y espero que no ocurra nunca más. No aguanto tanto sufrimiento.


Será aún más difícil de entender cuando, según su versión, la sanción es injusta.


La sanción vino y también me ha servido para darme cuenta de que estas situaciones existen en el fútbol. Ahora trataré de evitar de cualquier modo entrar en unas circunstancias como esas. No quiero hablar de justicias o injusticias, pero si hay pruebas para castigar, que se castigue, pero si no existen las pruebas habría que pensar de otra forma para sancionar. Pero ya queda poco que se acabe y, para el futuro, lo más eficaz es no dar ningún motivo para que vuelva a ocurrir.


Ya lleva cinco meses en Zaragoza. ¿Qué tal se ha adaptado a la ciudad?


He tenido poco tiempo para conocer la ciudad, pero lo poco que he visto me encanta. Sobre todo la gente, que me hace sentir como si llevara aquí mucho más tiempo. Me siento a gusto, cuando salgo a la calle la gente me saluda y todo el mundo me anima. Incluso en los momentos difíciles he sentido confianza por parte de la afición. Me encanta que la gente viva el fútbol y el Real Zaragoza con nosotros. Creo que hay ilusión, igual que hay algo de decepción por esta mala racha, es normal y lo entiendo. Cuando alguien ama mucho a algo o a alguien, es fácil que se decepcione cuando hay un periodo malo. Pero la ilusión existe y nosotros tenemos que volver a encender la llama. Yo lo veo en la calle y estoy feliz con ello. Por otra parte, siento una responsabilidad enorme por formar parte del Real Zaragoza. Espero que al final todos nos demos una alegría.