El Real Zaragoza estrenará centro de operaciones de su juego contra el Mallorca. Ranko Popovic ensayó ayer con una nueva fórmula para el timón de su equipo. Juntó a Natxo Insa con Dorca en el doble pivote, e introdujo a Ruiz de Galarreta como mediapunta. A expensas de si Whalley -fue el portero del teórico equipo titular- retoma la portería del Real Zaragoza, la reubicación de Insa en la posición donde mejores minutos cuajó contra el Llagostera y la entrada en el once de Ruiz de Galarreta una vez limpiada su sanción se presentan como las principales novedades del equipo aragonés de cara al partido contra el Mallorca.

Este novedoso triangulo central definirá, en cierto modo, el equipo de Popovic en terreno balear. Es una combinación inédita en una temporada en la que el mediocentro lo han configurada casi siempre Dorca y Ruiz de Galarreta -tanto en la versión 4-4-2 de Víctor Muñoz como con Popovic- o Dorca y Basha, con el vasco o Eldin trazando la mediapunta.

Las buenas señales emitidas por Natxo Insa contra el Llagostera, especialmente, cuando en la segunda mitad Popovic lo retrasó y amplió su radio de acción, han estimulado la decisión del entrenador de emparejarlo con Dorca, devolviendo a Lolo al banquillo. De este modo, el Zaragoza reunirá tres centrocampistas bien distintos, pero complementarios. Uno posicional, Dorca, especializado en el equilibrio táctico, las coberturas defensivas y los toques iniciales de la jugada.

Un todoterreno como Insa, capaz de cruzar de área a área (box to box, como se identifica a este tipo de mediocentro en la cultura británica), lanzar apoyos defensivos y continuar la presión. Y un organizador adelantado como Ruiz de Galarreta, esta vez más cerca del área, con la misión de dar continuidad al juego, ordenar los ataques y amenazar los metros finales con último pase.

Esta disposición pudo verse ayer en el entrenamiento de La Romareda. En la sesión, Ranko Popovic inició las pruebas de profundidad para el partido de Mallorca. El ejercicio nuclear del entrenamiento fue un partido a campo reducido (la mitad de las dimensiones habituales) en el que los teóricos titulares, vestidos con peto rojo, se enfrentaron a un equipo formado por jugadores del filial y los demás futbolistas de la primera plantilla disponibles, como Willian José, Tato, Lolo o Diego Rico.

El grupo principal, en defensa, mantuvo las cuatro piezas que jugaron contra el Llagostera, Fernández y Lele Cabrera en los laterales, con Vallejo y Mario Abrante como centrales. Delante de ellos, la mencionada novedad: Dorca acompañado de Natxo Insa, con Ruiz de Galarreta de cerebro avanzado, ejerciendo de tránsito y enlace con Borja Bastón. Y en los extremos Pedro en la izquierda y Eldin en la derecha, aunque esta pareja es susceptible de permuta posicional, como se vio contra el Llagostera, rival frente al que el bosnio partió desde la izquierda, zona en la que se siente más cómodo y eficaz gracias a su salida natural en diagonal.

Aunque no es significativo, esta versión de equipo tuvo a Whalley como titular, lo que abre la puerta a un posible regreso al once del portero angloespañol en detrimento de Pablo Alcolea. Podría haber, de nuevo, relevo en la portería.