El Real Zaragoza-Andorra estuvo marcado por la nieve. Lo estuvo antes -el partido incluso tuvo que ser aplazado por el manto blanco que cubría La Romareda- y lo ha estado después, incluso cuando ya han pasado varios días desde que el árbitro pitara el final. Este miércoles por la noche se hicieron públicas las sanciones del Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que acordó multar al club aragonés con al menos 602 euros por el lanzamiento de bolas de nieve que se produjo desde la grada tras uno de los tantos del Real Zaragoza.

A la hora de inicio del choque, la nieve caída sobre La Romareda seguía sobre los asientos que iban a ocupar los aficionados, ya más convertida en hielo que otra cosa. Los seguidores del equipo aragonés tuvieron que retirar estas placas para poder acomodarse en las butacas, pero los restos de hielo quedaron a mano. Cuando Francho Serrano, al borde del descanso, marcó el 1-0, la reacción de buena parte de la tribuna del estadio municipal fue lanzar al césped bolas de nieve/hielo. Ninguna de ellas impactó en ningún jugador ni en el juez de línea, ya que fue una simple expresión de alegría por parte de los aficionados.

Sin embargo, el Comité de Disciplina no ha pasado por alto este hecho, que en el fondo supone el lanzamiento de ‘objetos’ al terreno de juego. Así, en sus resoluciones, ha acordado imponer una multa “por alteración del orden del encuentro de carácter leve”, sancionado en el artículo 117 del reglamento, donde se recoge una multa de 602 euros para el club. Además, aplicará la circunstancia de “agravante de reincidencia”, por alguna otra ocasión en la que han caído objetos (distintos a la nieve, evidentemente) sobre el terreno de juego.

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La nieve se convirtió en la protagonista del choque frente al Andorra, que estaba programado para el viernes a las 20.30, pero que tuvo que aplazarse al día siguiente por el estado del terreno de juego. La fuerte nevada caída en Zaragoza obligó a suspender el choque, a pesar de que se apuró todo lo posible para que se celebrará por el interés principalmente de La Liga. Finalmente, la evidencia demostró que era imposible, y se fijó para el sábado a las 16.15. Entonces el choque se pudo jugar sin problemas, con el césped en perfectas condiciones aunque con restos de nieve en los costados del campo, gracias a la mejoría del tiempo y al gran trabajo de las brigadas del club durante toda la noche.