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El Zaragoza vuelve a los entrenamientos con Iván Azón, pero sin Cristian Álvarez

El delantero es la única alta en el retorno al trabajo del Zaragoza tras el parón navideño. Cristián Álvarez sigue al margen en una plantilla que solo contó con la única ausencia de Santi Mouriño

El Real Zaragoza regresa a los entrenamientos tras una semana de descanso
El Real Zaragoza regresa a los entrenamientos tras una semana de descanso
Toni Galan

Gorros calados hasta las orejas, bragas polares subidas hasta las cejas, balaclavas y pasamontañas, mangas y perneras térmicas… Bajo la capa de una niebla engelante y siberiana, el Real Zaragoza regresó en la tarde de este miércoles a los entrenamientos tras una semana de descanso y reposo navideño. Un frío que pela gobernó la vuelta de un equipo en el que Iván Azón representó la nota más destacada, positiva y prometedora.

Muy mejorado de su problema de rodilla, el contratiempo que lo ha tenido de baja desde primeros de noviembre, el delantero centro dio un paso más hacia su reaparición tras ya completar algunas tareas en las sesiones previas al parón. Iván Azón fue el único futbolista del Real Zaragoza que sale de la enfermería en el retorno al trabajo, pues Cristian Álvarez permaneció con un plan individualizado.

La verdad es que las gélidas temperaturas desaconsejaban exponer la musculatura del portero argentino a posibles complicaciones, así que Cristian realizó el entrenamiento al margen, en gimnasio, rodeado de los demás lesionados del equipo, que no son pocos: Sinan Bakis, Quentin Lecoeuche, Germán Valera y también Carlos Nieto se dejaron ver en las bicicletas estáticas de la sala a través de las amplias vidrieras que dan al campo principal de trabajo del primer equipo.

La previsión es que Cristian pueda ir aumentando las cargas a lo largo de los próximos días y pueda llegar a tiempo para poder jugar en la reaparición liguera del Real Zaragoza contra el Eldense el próximo 15 de enero. Quizá para ese día, en el mejor de los casos, pueda estar también disponible Quentin Lecoeuche, con una lesión similar en los isquiotibiales a la que recupera Cristian Álvarez. Pero, de momento, ambos estuvieron fuera del grupo principal de trabajo con el que Julio Velázquez inició esta especie de pretemporada dentro de la temporada, un periodo invernal de puesta a punta y de ensamblaje táctico que se prolongará durante casi 20 días debido a que el Zaragoza no tiene competición hasta el 15 de enero. Tiempo ideal para asentar conceptos, pulir el modelo de juego, consolidar ideas y seguir evolucionando a un equipo al que Velázquez tuvo que coger al vuelo y con el que apenas ha competido en cinco partidos.

En la sesión de la Ciudad Deportiva solo hubo un ausente. Santi Mouriño contó con permiso extra de un día para poder enlazar los vuelos de regreso desde Uruguay, donde ha pasado los últimos días. Si no median problemas de retrasos, se le espera en la sesión de este jueves. El resto de jugadores estuvieron todos, unos sobre el césped y los lesionados en el gimnasio o salas de recuperación.

Refuerzos de la cantera

Como venía siendo habitual en las últimas semanas, la acumulación de bajas sigue obligando a Julio Velázquez a acudir al filial para completar el grupo de entrenamiento. Estuvieron los habituales: el portero Calavia, el defensa Juan Sebastián, el centrocampista Alberto Vaquero, el mediapunta Pablo Cortés y los atacantes Pau Sans y Marcos Cuenca.

Por su parte, Andrés Borge estrenó  su nuevo contrato y su integración oficial en la plantilla del primer equipo, a la espera de que en el cierre de mercado, en función de las fichas libres en la primera plantilla y de las necesidades de licencias en el filial, se le asigne dorsal de los mayores o siga con el 38 hasta el final de la temporada.

La plantilla se ejercitará jueves, viernes y sábado antes de parar dos días coincidiendo con la Nochevieja y el Año Nuevo, jornadas -domingo y lunes- en las que algunos jugadores, sobre todo aquellos que no deban realizar largos viajes, puedan dejar Zaragoza, antes de encarar, desde el martes próximo, una nueva semana de trabajo en la que, seguramente, se celebre un entrenamiento a puerta abierta en La Romareda, como es tradición en los últimos años en las fechas alrededor del día de Reyes.

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