Pendientes de la lesión de Lecoeuche

Quentin Lecoeuche se encuentra a la espera de pruebas de diagnóstico de la lesión que le obligó a retirarse del terreno de juego en el partido del sábado contra el Albacete. El jugador sintió una molestias y rápidamente solicitó el cambio. Las primeras exploraciones no intuyen una dolencia grave ni preocupante, podría tratarse de una fuerte contractura en la zona posterior del muslo derecho o una leve rotura fibrilar, pero el alcance de la lesión no podrá precisarse hasta que al jugador se le practiquen pruebas médicas complementarias, en principio, este lunes.

El problema no tiene nada que ver con la lesión de aductor que sufrió el futbolista francés en septiembre y que cortó su ingreso en el equipo después de una pretemporada limitada por una fascitis plantar. En esta ocasión es en la otra pierna, no en la izquierda. El francés sumaba siete partidos jugando, habiéndose afianzado en el puesto y destacándose como el jugador más regular y consistente en este periodo de crisis deportiva del Real Zaragoza.

Lecoeuche, en este sentido, está siendo especialmente cauteloso y sensible a cualquier señal de problema muscular. Sentirse el único lateral izquierdo útil tras la lesión grave de Nieto ha multiplicado ese exceso de celo, y ha sido habitual ver al jugador trabajar al margen en el último mes y medio tras los partidos -para mejorar la recuperación de la fatiga- o en la Ciudad Deportiva. Todo enfocado a prevenir. 

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En Albacete, Lecoeuche, tal y como se reconocía en los pasillos del Carlos Belmonte, sintió una molestia compatible con una lesión muscular, pero difusa, sin certezas de que fuera un desgarro fibrilar o de que pueda haber rotura en la zona. En el club, se muestran prudentes y a la espera de la evolución en las próximas horas y de qué imagen sale en las pruebas radiológicas. En función de esos resultados, podrá establecerse un plazo de recuperación y estimar los partidos en los que podría estar de baja.

Mientras tanto, Andrés Borge se perfila como solución más inmediata. La lesión de larga duración de Carlos Nieto deja al equipo sin laterales izquierdos naturales. Borge ya fue un remedio de emergencia hace mes y medio en la posición, un puesto al que se adapta porque es competente a nivel defensivo y porque maneja ambas piernas, pero al que por sus características de lateral defensivo no ofrece rapidez, profundidad ni presencia en zonas finales como sí hace Lecoeuche. Esto puede llevar emparejada una decisión complementaria que ya indagó Velázquez en Albacete: la presencia en el lado de Borge de Víctor Mollejo como extremo, para darle a ese lado recorrido ofensivo y amplitud, o bien de Gernán Valera a pie natural. No parece que Manu Vallejo, de más balón al pie y más pisada interior, se asocie a Borge en ese flanco izquierdo.