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El Zaragoza remata el doble
El equipo de Escribá firmó contra el Oviedo su mejor partido ofensivo de la temporada. En las últimas cinco jornadas, ha duplicado sus disparos por encuentro
Fran Escribá, poco a poco, está consiguiendo resucitar la vida ofensiva del Real Zaragoza. Aún no le da para ganar, y eso afea todas las consideraciones sobre el juego del equipo, pero el conjunto aragonés está recomponiendo aquello que no hace mucho se elevaba como una de sus principales debilidades: la producción de un volumen atacante apreciable y competitivo, de llegadas al área rival, de generación de ocasiones nítidas de gol, y de mecanismos para comprometer las defensas del adversario.
En ese sentido, el partido contra el Real Oviedo, saldado con un impotente empate, opera de paradigma: el Zaragoza firmó el encuentro con más remates de la temporada. En total, protagonizó 19 tiros, de los cuales cinco fueron al cuerpo de Leo Román, mejor futbolista del Oviedo en la noche de La Romareda: y ya se sabe, siempre es buen indicador del nivel de juego que el portero rival se destaque en las crónicas.
El buen tono ofensivo del Zaragoza -a quien aún le faltan notorias mejoras colectivas a nivel creativo (salida de la pelota, creación de superioridades interiores, automatismos entre sus centrocampistas…)- contra el Oviedo se incluye dentro de una tendencia de cinco jornadas en las que el equipo aragonés emite señales de progresión en su juego de ataque. Hay un acusado contraste, en este sentido, entre el conjunto de partidos más recientes de su depresión de resultados (Alcorcón, Sporting, Eibar, Burgos y Oviedo) y los cinco precedentes (Cartagena, Racing de Santander, Racing de Ferrol, Mirandés y Andorra). En el primero, el Zaragoza promedia 13,6 remates por partido (4,4 a portería). Estos números, prácticamente, doblan los del segundo grupo: 7,4 tiros (2,8 a portería). El desglose por encuentro es el siguiente: Alcorcón (15/5), Sporting (13/3), Eibar (13/5), Burgos (8/4) y Oviedo (19/5). Y en los cinco anteriores: Cartagena (9/5), Racing de Santander (6/2), Racing de Ferrol (9/2), Mirandés (8/2), y Andorra (5/3).
El Zaragoza, después de su apurada y grisácea victoria en Andorra (la única de este periodo de declive), ha recuperado empuje ofensivo. Al menos, en volumen. Aunque también calidad: por ejemplo, contra el Oviedo firmó también la menor distancia media de sus remates: 15 metros. Es decir, el Zaragoza disparó más cerca de la portería rival, más metido en el área, que en cualquier otro partido de la temporada.
En este sentido, el Zaragoza, en los últimos cinco partidos, siempre ha rematado más que sus rivales, excepto en Burgos. Sin embargo, en los cinco precedente, el Zaragoza nunca sumó más disparos que sus rivales de turno.
En este tramo, Fran Escribá ha incorporado nuevos matices y soluciones que han lavado la cara al equipo y estimulado su productividad. El cambio al 4-3-3, aun con todo el margen de mejora que tiene aún el juego del Zaragoza, le ha permitido atacar con más claridad, fluidez e intención. También le está ayudando la estabilidad y crecimiento en los laterales de Borge y Lecoeuche después de un mes con la posición cogida con pinzas. El acercamiento de algunos jugadores a sus espacios y funciones naturales también ha repercutido en positivo. Al Zaragoza, aún le sigue siendo insuficiente para ganar porque, en parte, su foco de elaboración de fútbol aún debe evolucionar. Pero la falta de victorias cada vez está más relacionada con problemas de puntería que de generación ofensiva.
