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Jim y los equilibrios internos
El técnico tiene desde verano la obsesión de manejar un grupo unido, con minutos e importancia para todos, y noches como la de ayer en Copa le otorgan la razón.
Una de las obsesiones principales de Juan Ignacio Martínez es manejar un grupo unido, con el grueso principal de los futbolistas sitiéndose importantes, relevantes en el día a día. Veterano y conocedor al milímetro de los recovecos de la Segunda División, Jim es consciente de que las temporadas tienen sus momentos y sus protagonistas. 42 jornadas (más la Copa del Rey o un posible ‘play off’) permiten estados de forma de todo tipo: altos, bajos y medios. Hay tiempo de todo y para todos. De ahí, en una plantilla de un nivel tan parejo como la del Real Zaragoza, la importancia de contar con un vestuario equilibrado y, sobre todo, convencido de los beneficios de este equilibrio interno. "Cuando predomina el bloque es porque todos los jugadores han hecho un gran partido", subrayó anoche el propio técnico zaragocista.
Victorias así, sustentadas por el núcleo principal de la llamada ‘unidad B’, refrendan el empeño de Jim por tener a todos conectados, en estado de revista. Ante el Burgos, en la segunda ronda del torneo del K.O., fueron protagonistas Adrián, Eguaras, Azón, Clemente, Yanis, Borja Sainz, Ratón... futbolistas que en su mayoría cuentan con un rol de los llamados secundarios, con menor peso de minutaje en los encuentros de liga. Como ya sucedió en la primera ronda en La Palma ante el Mensajero, Jim dosificó esfuerzos y apostó por los menos habituales, que le respondieron con solvencia. Sin dudas.
Los suplentes honraron con su actitud la historia copera del Real Zaragoza y, en algunos casos, llamaron con su fútbol a la puerta de más minutos. Adrián completó un encuentro notable, Azón, a pesar de su enfado con el gol, dio una exhibición de fuerza y pundonor, Clemente volvió a cumplir con nota en defensa, Eguaras fue el metrónomo de los días buenos, Sainz dejó nuevas pinceladas de su desborde... En líneas generales, el fondo de armario zaragocista demostró un nivel más que aceptable en una noche con mayores peligros de los evidentes a primera vista tras el fiasco del pasado sábado en Almería.
Es posible que el once tipo titular del domingo ante el Tenerife, en el día importante de la semana, apenas sufra variaciones de sustancia tras el encuentro de ayer, pero Jim al menos sabrá que su teoría y su obsesión por el equilibro interno le están rentando. Y quizá alguno de los anoche titulares se gane una oportunidad extra en la liga, cuando la responsabilidad de los puntos es aún mayor. Es lo bueno de poder elegir.
