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Real Zaragoza: la unidad B al poder

Jim consigue mantener a todos los jugadores implicados. Zanimacchia y Sanabria, dos actores secundarios, fueron ayer protagonistas del triunfo gracias a sus goles

Partido Las Palmas - Real Zaragoza
Zanimacchia celebra el primer gol, de penalti, en el Las Palmas - Real Zaragoza
Sabrina Ceballos/Agencia LOF

¡Qué importante es mantener a todos los jugadores implicados! Más aún, a estas alturas de la temporada y conociendo las limitaciones del plantel del Real Zaragoza. A su llegada, Juan Ignacio Martínez se esforzó en recuperar para la causa al mayor número de efectivos posible, y ése empeño, semana tras semana, va dando sus frutos. Ayer, sorprendentemente, fue Luca Zanimacchia quien entró en la rotación y respondió con una acción que puede valer una permanencia.

El italiano llevaba tres meses y medio sin aparecer en las formaciones iniciales. Hay que remontarse al 29 de enero para recordar la última titularidad de un futbolista que ayer resultó vital en el triunfo zaragocista. En apenas siete minutos de juego, Zanimacchia tuvo más trascendencia que en el resto de la temporada, transformando el inocente penalti que Cardona había cometido sobre él mismo.

Cual patio de colegio, siguiendo las normas no escritas del fútbol y las de aquellos equipos que no disponen de especialista en la materia, el ex jugador de la Juventus de Turín tomó el balón para convertir un gol de mucho peso. El Real Zaragoza había fallado dos de los cinco penaltis lanzados hasta ayer. Por eso no sorprendió que Zanimacchia fuese el ejecutor del primer lanzamiento, pero sí que Eguaras, dado el acierto de su compañero, asumiera después (sin suerte) la responsabilidad en la segunda opción brindada por Cardona.

El partido pudo quedar finiquitado en la primera mitad, pero el punto de penalti, otra vez el punto de penalti, prolongó la agonía hasta una segunda parte en la que, de nuevo la unidad B de Juan Ignacio Martínez, terminó cerrando una victoria esencial del Real Zaragoza en Las Palmas. Jim introdujo a Tejero y Sanabria sobre el césped y, en la primera jugada en la que intervinieron, cumplido el minuto 80, el lateral centró un balón medido al argentino y este convirtió de cabeza el gol de la tranquilidad.

Dados los resultados ajenos, al Zaragoza solo le valía ganar en las Palmas, y lo hizo, en buena medida, gracias a la respuesta de los actores secundarios, de futbolistas que han ido entrando y saliendo del once a lo largo de la temporada y ayer tuvieron un protagonismo sustancial hacia la salvación.

En este Real Zaragoza no hay jugadores intocables. Desde el inicio de la temporada hasta aquí, únicamente Cristian y Narváez siguen conservando la condición de titulares. El resto, tanto los que empezaron como los que se han ido incorporando progresivamente, pelean cada semana por los puestos en juego.

Vigaray y el citado Tejero pugnan en el lateral diestro; en el izquierdo, Nieto le ha comido la tostada a Chavarría; Francés, Peybernes y Jair compiten por dos puestos en el eje central; el rol de los centrocampistas es cambiante; a los canteranos se les dosifica la responsabilidad… Y así, con todos en guardia y listos para cuando se les necesita, Juan Ignacio Martínez sigue avanzando hacia el objetivo de la permanencia.

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